En entrevista con RPP Noticias, el decano del Colegio Médico del Perú, Miguel Palacios, afirmó que la crisis por el nuevo coronavirus debe encaminar la reforma del sistema de salud. "Muchos doctores hemos envejecido luchando por mejorar este sistema", dijo.
Los llaman héroes y son aplaudidos en calles y balcones, sin embargo, más allá de ese reconocimiento, los médicos resultan ser ahora los mártires de un sistema de salud en crisis permanente que muestra su peor rostro durante tiempos de emergencia sanitaria.
Miguel Palacios Celi, decano del Colegio Médico del Perú, cumple su segundo período periodo al frente de un gremio que exige mejores condiciones para trabajar.
¿Por qué hemos llegado al extremo de ver a tantos médicos contagiados?
Lo primero es que no se cumplieron con las condiciones de protección para los médicos y muchos de ellos fueron infectándose y hasta muriendo. Luego, en el camino, salieron a relucir las brechas del sistema de salud con salas de Unidad de Cuidados Intensivos que no contaban con el procedimiento de "depresión negativa" que significa remover el aire que se respira en estas salas y que, según normas internacionales, debe hacerse entre 10 y 12 veces cada hora para que las personas que allí trabajan no respiren aire contaminado. Esto trajo como consecuencia decenas de médicos fallecidos.
Significa que los llamamos héroes, pero los enviamos a luchar sin la mínima ayuda necesaria...
Exacto. Por eso decimos que el acto médico es heroico, pero no convertirse en una acción suicida. Y aquí nos referimos también a las enfermeras y los técnicos que forman parte de la triada que se enfrenta a las enfermedades. Recordemos que ya contamos con una larga lista de profesionales de la salud infectados de tuberculosis o hepatitis. Es una extensa lista que ahora se ha incrementado con el coronavirus.
¿Qué ayuda van a recibir los familiares de los médicos fallecidos en la pandemia?
Lo mas preocupante es que el 50 % de los médicos fallecidos son profesionales menores de 60 años e incluso de 40. Es más, han muerto también hasta el momento cuatro médicos menores de 30 años que eran, seguramente, la esperanza de sus familias. Todos ellos han dejado padres, esposas jóvenes, hijos desamparados. Mas allá de la “chanchita” que propone el gobierno o los bonos pasajeros, nosotros planteamos una pensión vitalicia para esas familias.
La pandemia muestra con crudeza la fragilidad de nuestro sistema de salud...
Mira, muchos médicos hemos envejecido luchando por mejorar el sistema de salud. Muchos dieron gran parte de su vida y están ahora con los años en la espalda ya mirando desde la tribuna. Pro ahora es momento de una reforma completa del sistema, de hacer realidad el 8 % del PBI para el sector, una promesa de muchos candidatos ante los foros y los medios, compromisos que luego olvidaban al llegar al gobierno. Este es el momento para terminar con la fragmentación del sector salud, conseguir un financiamiento sólido como política de Estado y terminar con el tarjetazo que coloca a gente sin la debida competencia.
¿Por qué recién, a raíz de la pandemia, se habla de la necesidad de una reforma del sector salud?
Es que la pandemia terminó por asustar a todos, incluso a la industria y a la clase política. Por fin ahora se entiende que sin salud no hay economía y antes no se entendía así. Incluso el poder fáctico ha comprendido recién que es necesario tener un buen sistema de salud porque, de lo contrario, todo puede colapsar.
Lo cierto es que ahora por fin se reconoce y admira la labor de los médicos, rezagados muchas veces por el endiosamiento de otros personajes.
Exacto. Nosotros siempre hemos dicho que los médicos son la reserva moral de país. En todo el mundo se han visto casos de médicos que han honrado su vocación, su juramento hasta con su vida. Nosotros hemos viajado por todo el país para que ellos sepan que no están solos.
¿Y qué llega a pensar un médico en una situación tan crítica?
A cada momento yo he visto muestras increíbles de valor de varios médicos y enfermeras. Por ejemplo, cuando hemos tenido que trasladar a médicos a Iquitos y tenían que retornar con pacientes también médicos contagiados en una cápsula, sus colegas estaban ahí, asegurándose que no falte el oxígeno para los enfermos. Yo los he visto, incluso, en avionetas asistiéndolos y cuidando que no se desconecten durante el vuelo de tres horas. Y se mostraban con mucha tranquilidad. Algunos médicos flaquitos, doctoras pequeñitas sin físico de deportistas, pero con una increíble valentía. Son 50 vuelos de ese tipo que hemos realizado.
Pese al esfuerzo de los profesionales de la salud, los casos siguen aumentando...
Es que la concepción que se tuvo fue de una guerra militarizada y esta es una lucha sanitaria que se debe enfrentar con recursos y estrategias. La cuarentena empezó muy bien, pero faltó soporte económico. Se tenía que convocar desde el inicio a las municipalidades y líderes vecinales porque la acción sanitaria ingresa, interviene y se retira. Pero allí debe quedar la vigilancia ciudadana y esto no ha ocurrido así. El equipo debió estar conformado por médicos, agentes municipales y líderes populares. Por eso la cuarentena se fue agotando y complicó la evolución de la enfermedad.
¿Qué posibilidades tenemos de vencer la crisis?
Este virus nos está azotando, pero ya experiencias en Asia y Europa demuestran que el virus tiene un ciclo de vida de noventa días. Entonces, el recorrido natural está llegando a su fin y debe reducirse el número de casos en el país. Lo malo es que hay una alta incidencia y el descenso será lento porque la epidemia ha crecido a una elevada velocidad de cinco mil casos al día, con algunos pacientes que van quedar con secuelas y allí estaremos los médicos para atenderlos. Por el momento, en el norte se mantienen altas las cifras, pero más allá de su heterogeneidad, el virus debe llegar a su fin en las próximas semanas a nivel de todo el país.
¿Cómo hacer para que la pandemia nos deje lecciones realmente útiles?
En un mes y medio debe existir ya un planteamiento concreto para una reforma del sector salud en el Congreso y luego debe ser aprobada también por el Ejecutivo con el fin de organizar todo el sistema. No hablamos de financiamiento gubernamental sino como política de Estado. Esto debe servir para que no ocurra, por ejemplo, una reducción del presupuesto tal como estaba sucediendo este año 2020, en el Año de la Universalización de la Salud, toda una contradicción ontológica entre lo que se dice y lo que se hace. Debemos entender de una vez por todas que si no tenemos un sistema de salud adecuado, todo peligra, incluso la economía del país.
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