Ingresó a la Compañía de Bomberos de Piura cuando tenía solo 23 años. Hoy, considera que encontró su verdadera vocación, pues “los bomberos no solo apagan incendios, también salvan vidas”.
Luis Gonzaga Pomares Hernández tiene 68 años y 45 como bombero. Nació en Piura, en el año 1951 y, siguiendo los pasos de su padre, optó por dedicarse a la profesión voluntaria de bombero, a pesar de haber pasado por limitaciones económicas desde pequeño.
Cuando terminó su servicio militar obligatorio en la Fuerza Aérea del Perú, a los 23 años, y varios cursos en dicha institución, don Luis se inició en el trabajo que se convertiría en su verdadera vocación: asegurar el bienestar de las personas y velar por la seguridad de quienes más lo necesitan.
Fue así que ingresó a la Compañía de Bomberos “Piura 25”, en donde llegó a ser Teniente Brigadier e hizo amistades con quienes le tocó vivir peligrosas situaciones. “Es un gran grupo humano, son alegres y siempre nos bromeamos; juego mucho con ellos, y siempre me hacen reír”, reveló a Andina.
Hoy recuerda su participación en graves incendios, como el del Mercado Modelo, el del Centro comercial Alfredo Chunga y el Depósito de Arroz Casa. Sin embargo, fueron varias las ocasiones en las que tuvo que atender alguna emergencia cuando se encontraba vestido de civil.
Con tres hijos y una esposa, Luis Gonzaga logró sortear las dificultades económicas y continuar al servicio de las personas como bombero. “La vida no es fácil, pero siempre hay alguien que necesita más que uno; una comidita, unos zapatitos; eso lo vemos nosotros, al llegar a un incendio y la gente está desesperada porque lo ha perdido todo, aunque no la vida. Ah, los bomberos no solo apagamos incendios, también salvamos vidas”, explica.
Este 5 de diciembre se celebra el Día del Bombero Voluntario del Perú, una fecha que conmemora la fundación de la “Unión chalaca N°1”, en el puerto del Callao, la compañía de bomberos más antigua del país.
(Con información de Andina)
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