Venancio Ukuma, Apu de Puerto Chindúam en la provincia de Datem del Marañón, pidió ayuda al Ejecutivo para reducir los casos que en su comunidad afectan al 70% de los pobladores.
Pobladores de la etnia kandozi, representados por Venancio Ukuma, Apu de Puerto Chindúam, ubicado en la provincia de Datem del Marañon, solicitó al Estado medidas sanitarias a fin de evitar más muertes relacionadas a la hepatitis B que afecta en la actualidad al 70% de la población que bordea los dos mil 500.
Ukuma contó en RPP que la enfermedad está afectando a mujeres y hombres desde hace 5 años. Explicó que sí existen vacunas para los menores pero los adultos se encuentran desamparados.
"El doctor por qué no nos ayuda", se preguntó Ukuma que padece en la actualidad la enfermedad. "Si no hay apoyo, vamos a terminar nosotros también", comentó.
Por su parte Geanina Lucana, representante de la ONG WWF alertó que muchos pobladores de la etnia Kandozi se están muriendo de hepatitis B y lamentó que el apoyo otorgado por Unicef, que beneficiaba a los pobladores se acabara.
"Desde que el proyecto anunció su retiro el único centro de salud no cuenta con médico, no hay medicamentos. De nada nos sirven las vacunas en las congeladoras sino están llegando a los niños", denunció.
En tanto, el director de Epidemiología del Ministerio de Salud, Luis Suárez, señaló que el gobierno regional de Loreto es el ente encargado de abordar el tema, toda vez que cuenta con el presupuesto para afrontar la crisis.
"La hepatitis B está en toda la amazonía peruana y el pueblo kandozi fue afectado en entre los años 96 y 98 por una epidemia", explicó tras asegurar que las vacunas suministradas por su institución continuarán aplicándose.
Ukuma contó en RPP que la enfermedad está afectando a mujeres y hombres desde hace 5 años. Explicó que sí existen vacunas para los menores pero los adultos se encuentran desamparados.
"El doctor por qué no nos ayuda", se preguntó Ukuma que padece en la actualidad la enfermedad. "Si no hay apoyo, vamos a terminar nosotros también", comentó.
Por su parte Geanina Lucana, representante de la ONG WWF alertó que muchos pobladores de la etnia Kandozi se están muriendo de hepatitis B y lamentó que el apoyo otorgado por Unicef, que beneficiaba a los pobladores se acabara.
"Desde que el proyecto anunció su retiro el único centro de salud no cuenta con médico, no hay medicamentos. De nada nos sirven las vacunas en las congeladoras sino están llegando a los niños", denunció.
En tanto, el director de Epidemiología del Ministerio de Salud, Luis Suárez, señaló que el gobierno regional de Loreto es el ente encargado de abordar el tema, toda vez que cuenta con el presupuesto para afrontar la crisis.
"La hepatitis B está en toda la amazonía peruana y el pueblo kandozi fue afectado en entre los años 96 y 98 por una epidemia", explicó tras asegurar que las vacunas suministradas por su institución continuarán aplicándose.
Comparte esta noticia