El vocero del Ministerio Público, Víctor Cubas, señaló a RPP Data que esta entidad solicitó un presupuesto adicional de más de 1,300 millones de soles ante el aumento del crimen organizado y las extorsiones; sin embargo, el Ministerio de Economía le respondió que "no contaba con los recursos" para aumentar su presupuesto.
Durante 2024, la Policía recibió más de 19 mil denuncias de extorsión en todo el país. Sin embargo, en noviembre de ese año, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) solo reportó 1,233 delincuentes presos por ese delito, de los cuales solo 640 tenían condena.
¿Qué está fallando en la lucha contra la extorsión?
Una de las principales instituciones que persigue este delito es el Ministerio Público, entidad responsable de iniciar diligencias, formular las acusaciones fiscales y presentar pruebas contra los extorsionadores. Este proceso requiere de técnicas especiales de investigación, pero según el abogado Víctor Cubas, vocero de esta entidad y exfiscal supremo, los casos de extorsión demoran en procesarse porque los recursos económicos que tienen no son suficientes.
"Para una investigación de este tipo de delitos se requiere hacer allanamientos de domicilio, interceptación telefónico, levantamiento del secreto bancario, pero eso tiene un costo y, generalmente, el Ministerio Público carece de los recursos para atender esas demandas", detalla.
El funcionario advirtió que este año la entidad sufrió un recorte presupuestal del 4%. A inicios de año se le otorgó 2,921 millones de soles, mientras que el año pasado se le otorgó 3,044 millones, de acuerdo a cifras del Ministerio de Economía.
Ante ello, la Fiscalía solicitó un monto adicional de más de 1,300 millones de soles con el fin de reforzar el personal y mejorar el equipamiento de los despachos fiscales a nivel nacional. Sin embargo, este pedido no fue aprobado por el MEF.
"Solicitamos presupuesto para todo lo que corresponde al Ministerio Público: para plazas de fiscales, personal administrativo, asistentes de función fiscal y asistentes administrativos, personal técnico del Instituto de Medicina Legal, médicos, psicólogos, necropsiadores y también para el equipamiento indispensable para el funcionamiento normal de los diferentes despachos fiscales. El MEF nos ha manifestado que no cuenta con recursos", agrega Cubas.
Delito complejo de investigar
El delito de extorsión es, además, difícil de investigar y perseguir. Muchas víctimas temen denunciar por posibles represalias, y quienes lo hacen a menudo abandonan el proceso judicial por la misma razón. El abogado penalista, Andy Carrión explica la complejidad de este delito.
"Hay ocasiones donde no es la misma persona que envía los mensajes de texto, o la que llama o que lanza una granada o disparo al aire. Esas tareas se encuentran diversificadas [dentro de las bandas criminales]. Esa es la principal dificultad que se presenta, cuando solamente se identifica a uno de los miembros", explica el abogado.
A ello se suma la necesidad de que instituciones como la PNP o Fiscalía cuenten con equipos tecnológicos especializados para rastrear a los delincuentes, agrega Nicolás Zevallos, experto en crimen organizado y exviceministro del Interior.
"Este es un delito bien complejo, que, además requiere de que la víctima extorsionada brinde muchos datos y que participe activamente. Evidentemente, la gente tiene temor. Se necesita no solo de un buen equipo investigador, sino de mucha tecnología para poder demostrar la responsabilidad penal de los participantes. Entonces, la suma de todos esos factores hace que el tema sea bastante difícil de perseguir", menciona.
¿Y las estrategias focalizadas?
Ante este escenario, se hace urgente que no solo se invierta en fortalecer las capacidades de los fiscales, policías o jueces, sino que se implementen estrategias focalizadas, sobre todo dentro de la Policía Nacional del Perú, que es el primer escalón para atrapar a los delincuentes, recuerda el abogado penalista, Andy Carrión.
"No basta solucionar, por ejemplo, el problema del sicariato, simplemente poniendo policías en la calle, porque no se darían abasto. La contabilidad real del número de efectivos policiales dispuestos a luchar en contra de este tipo de criminalidad, debería definirse por los grupos especializados que se han conformado para luchar contra este tipo de crimen", sostiene Carrión.
En esa línea, el abogado refuerza que ese es el principal inconveniente: la falta de estrategias claras y efectivas: "no es solamente hacer un cálculo numérico de cuántos policías hay, sino que si de ese número de policías existe un mínimo de especializados o grupos de inteligencia que puedan hacer frente a este tipo de delitos", señala.
La extorsión parece no detenerse en nuestro país. Se necesita inversión y un compromiso real de las autoridades, en todas sus instancias, para combatir esta criminalidad.
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