El dirigente de transportistas, Felipe Miranda, denunció que cuando retornaba a Cañete tras participar en la reunión en el Congreso, el bus en que viajaba fue abordado por dos desconocidos que lo golpearon con la cacha de un arma.
Felipe Miranda Castro, uno de los dirigentes del gremio de transportistas de Lima, fue agredido la noche de ayer por dos sujetos armados, luego de participar en la Mesa de Seguridad Ciudadana que se desarrolló este viernes en el Congreso de la República.
Como se sabe, dicha reunión de trabajo fue presidida por el titular del Parlamento, Eduardo Salhuana, y contó con la presencia de la presidenta del Poder Judicial, Janet Tello; de la fiscal de la Nación, Delia Espinoza; de los ministros del Interior, Jorge Diaz; de Transportes, Raúl Pérez-Reyes; y de Justicia, Eduardo Arana; además de congresistas y de dirigentes de diferentes sectores de transportistas.
Luego de participar en esta actividad, Miranda Castro se embarcó en un bus rumbo a Cañete. No obstante, dos sujetos abordaron la unidad en el cruce de la avenida Circunvalación con la calle Víctor Velezmoro, en el distrito de San Borja, y, tras amenazar al chofer, atacaron con la cacha de un arma de fuego al dirigente gremial.
No descarta represalia de extorsionadores
Felipe Miranda relató que, al abordar la unidad, los desconocidos sacaron un arma de fuego con la que apuntaron al chofer. Luego de ello, se dirigieron a él y empezaron a agredirlo.
"Viajaba en el bus y subieron dos señores. En ese momento, [uno] apuntó con el arma al conductor […] y ahí me tiraron un cachazo. De ahí, ya no me recuerdo, ya vine a buscar auxilio acá en el serenazgo. Me auxiliaron, me llevaron al hospital. Ya hice la denuncia, y voy a pasar al médico legista", señaló el dirigente.
Tras el ataque, el agraviado fue auxiliado por paramédicos del distrito de San Borja y personal de los bomberos, luego de lo cual fue trasladado al hospital Dos de Mayo, en el Cercado de Lima, donde recibió ocho puntos de sutura por una herida abierta en la cabeza.
En la madrugada, luego de ser dado de alta, Miranda llegó a la comisaría de San Borja en donde interpuso la denuncia correspondiente. En ella, el dirigente manifestó sus sospechas de que se trate de una represalia por parte de bandas de extorsionadores que tienen como blanco a los transportistas.
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