Reducción de costos, menor espacio para el error humano y la unificación de información son los principales beneficios que ofrecen las historias clínicas electrónicas. Sin embargo, faltan más medidas para la integración total de los recursos tecnológicos en los servicios sanitarios.
Aunque hasta fines de 2018 el Ministerio de Salud anunciaba que ya más de medio millón de peruanos contaban con este recurso tecnológico, la pandemia ha ralentizado el proceso de transformación digital en el sistema de salud. Al cierre del 2021, el porcentaje de establecimientos del primer nivel de atención que habían implementado historias clínicas electrónicas —postas, puestos, centros de salud y policlínicos— no superaba el 40% en Lima, y en regiones como Cajamarca y Loreto no alcanzaba ni el 10%, según cifras del ministerio.
Los esfuerzos vienen desde hace más de 10 años
Las historias clínicas tradicionales incluyen diagnósticos, exámenes, medicamentos, vacunaciones y toda recomendación médica con hasta 15 años de antigüedad, explica Paula Ponce de León, médica experta en Sistemas de Calidad y Gestión de Riesgos en Salud de la Universidad del Pacífico. En esa línea, al ser registros en físico, el espacio que ocupan, su costo de conservación y logística, la imprecisión en su redacción manual, además de su almacenamiento exclusivo en un solo establecimiento, se convierten en sus principales barreras.
“Son una tecnología arcaica, cara, ineficiente e insostenible. como tal, generan un gasto enorme al Estado peruano y representan una amenaza creciente para una atención de salud de calidad”, agrega Antonio Quispe, epidemiólogo y exasesor del despacho ministerial del Ministerio de Salud.
El Perú cuenta con una normativa de historias clínicas electrónicas a través del Registro Nacional de Historias Clínicas Electrónicas (Renhice) desde el 2013. Además, a fines de 2018, el Minsa aprobó el documento técnico del Sistema de Información de Historias Clínicas Electrónicas para los establecimientos y servicios médicos del Ministerio de Salud y de los gobiernos regionales.
Sin embargo, ha sido recién este 2022 que, desde el Minsa y EsSalud, anunciaron que se implementarán historias clínicas electrónicas en todos los establecimientos de salud a nivel nacional. Si bien contar con expedientes computarizados de los pacientes permite al Estado ahorrar en gastos de oficina y facilita el trabajo en red entre establecimientos de salud, para Ponce de León, el principal aporte de esta medida es ser el primer paso en el camino de la digitalización de todo el sistema de salud.
El cimiento para la integración tecnológica
El Perú es uno de los últimos países en toda América Latina en este camino. De acuerdo con el Índice de Desarrollo del Gobierno Electrónico de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) del 2020, ocupamos el puesto 71 en desarrollo electrónico, que a nivel mundial tampoco goza de una implementación totalmente exitosa. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), apenas el 26,3% de los países que cuentan con un sistema de historias clínicas tiene una legislación que respalda su uso.
Hasta la fecha EsSalud ha digitalizado más de 10.5 millones de historias clínicas, lo que ha permitido que alrededor de 20 mil profesionales médicos y personal administrativo accedan a esta documentación. La relevancia de contar con este recurso es que podría, incluso, salvar vidas, cuenta Martín Giménez, gerente central de Tecnología de la Información y Comunicaciones de Essalud.
“Un paciente de Huánuco se fue a Tacna. Entró en estado inconsciente y tan solo con digitar el DNI, le apareció todo el historial. Era un paciente cardíaco que tenía un marcapasos y eso benefició mucho para tomar decisiones y darle una atención oportuna. Le salvó la vida tener esa información a tiempo”, relata.
“Estas historias clínicas deben interactuar con los sistemas administrativos, de facturación, de contabilidad, los sistemas logísticos, los equipos médicos, los sistemas comerciales, de tarifación, de registros de bases de datos de pacientes. Ese es el reto más grande que hoy se presenta cuando hablamos de digitalización en el sector salud”, sostiene Ponce de León. Además, agrega que las historias clínicas electrónicas deben estar soportadas en una plataforma en la cual se maneje la integración de todos los sistemas.
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