Se cumplió un año desde que llegó el primer lote de vacunas contra la COVID-19 al Perú y los resultados son inobjetables: desde que se empezó a inmunizar a los peruanos, la curva de mortalidad bajó y no ha vuelto a llegar a los altísimos niveles que alcanzó en 2021.
El 7 de febrero de 2021 no solo teníamos expectativas sino también mucha esperanza. El primer lote de vacunas contra la COVID-19 aterrizó en el Perú y, días después, comenzó un proceso de inmunización que aún continúa, pero que demostró, desde el inicio, resultados importantes.
Los primeros estudios que se realizaron sobre el efecto de la vacunación en el Perú indicaron que la tasa de mortalidad en adultos peruanos disminuyó en los distintos grupos de edades. Así lo apuntó el doctor Elmer Huerta en julio de 2021, pocos meses después de que se empezara a vacunar a los adultos mayores.
"La mortalidad, la cual se mide por grupos de edades, ha bajado muchísimo. Por ejemplo, en [el grupo etario de] mayores de 80 años, vemos que en la semana del 21 al 27 de febrero [de 2021] se llegó al máximo [promedio de mortalidad]. Esa mortalidad se mide en número de muertos por cada 10 mil personas. En febrero de 2021 hubo casi 17 casi muertes por cada 10 mil habitantes. Ahora estamos en una [muerte por cada 10 mil]. [En el rango de edades] de 70 a 79 años ha bajado [la tasa de mortalidad], en la misma época, de 11,4 a 1 muerte por cada 10 mil habitantes; y de 60 a 69 años bajó de 7,5 a 1,6 muertes por cada 10 mil habitantes. Esto indica que la vacunación realmente está salvando vidas".
Un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud, que recoge cifras de distintas instituciones, muestra gráficos en los que se puede ver cómo la curva de muertes en el personal de salud comienza a descender después de aplicada la segunda dosis de la vacuna contra la COVID-19. Los médicos, quienes desde el primer momento estuvieron en la primera línea de batalla contra esta enfermedad, fueron los primeros en ser inoculados.
Y si hablamos de la población en general, cuando revisamos los datos abiertos del Ministerio de Salud, notamos un descenso marcado de muertes desde mayo de 2021; lo cual coincide con la aplicación de vacunas a adultos mayores y personas con comorbilidades, grupos etarios con más probabilidades de enfermarse de manera grave.
Después de meses en una 'meseta', la cantidad de muertes se elevó nuevamente cuando los contagios aumentaron exponencialmente debido a la variante ómicron.
Las vacunas salvan vidas
Hoy en día, a un año de iniciarse el proceso de vacunación, es seguro decir que el descenso de muertes por COVID-19 está relacionado con el inicio de la inmunización en el Perú. "Sí se ha visto un descenso de la mortalidad. En 2020 y 2021 se han tenido casos de fallecidos por encima de los 500 [diarios]. Pero este número de fallecidos se ha reducido desde octubre, noviembre de 2021 a un número de casos incluso por debajo de los 50 fallecidos [diarios]. Podemos concluir que la vacunación sí tiene efecto en reducir la mortalidad", sostiene Iván Bernuy Rodríguez, médico especialista en medicina de emergencias y desastres de la Universidad Wiener.
El inmunólogo Juan More Bayona, por su parte, destacó en su momento que haber centrado el proceso de vacunación inicialmente en la población de mayor riesgo permitió la notoria caída de la mortalidad. "Tenemos datos, para el caso de las vacunas contra la COVID-19, de que [las vacunas] son altamente efectivas. Data a nivel poblacional, mucho más grande, de seguridad, inmunogenicidad y efectividad. Toda la evidencia que se tiene es que las vacunas funcionan para protegernos de la enfermedad severa, mortal, grave, causada por el virus Sars-Cov 2".
En otro estudio del Instituto Nacional de Salud, en junio de 2021, se evidenció que al inicio de la segunda ola, después de la vacunación, el riesgo de morir de los trabajadores de la salud bajó en un 87.5 por ciento. Por si quedaba alguna duda de que las vacunas salvan vidas.
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