En la provincia de Yunguyo, se prepara la ensalada de tarwi y en Ilave la huarjata a base de cabeza.
La celebración por Todos los Santos en la región Puno no solo es para entregar ofrendas a los difuntos, sino que en algunas provincias como Yunguyo y El Collao, se aprovecha para degustar comida que solo se prepara para la ocasión.
En Yunguyo, la ciudad fronteriza, desde antaño, además de levantar la mesa de Todos los Santos conocida también cómo tómbola, se prepara la ensalada de tarwi por parte de los deudos de los difuntos.
Se dice que la comida se reparte entre los visitantes del alma cada 3 de noviembre, es decir que los parientes de los muertitos, que ya están enterrados en algún camposanto, preparan la ensalada como costumbre de esa zona.
Si usted visita Yunguyo, una localidad a unas tres horas de viaje desde la ciudad de Puno un 3 de noviembre, puede degustar la ensalada de tarwi que viene acompañada de cebolla, tomate, conserva de pescado y pan.
En Ilave, capital de la provincia de El Collao, la población elabora la huarjata, un plato cuyo ingrediente infaltable es la cabeza de chancho, acompañado de papa y chuño con un encebollado con ají amarillo, similar al thimpo de cordero.
La gente de Ilave además prepara el huaycani, plato hecho a base de papa estrujada y mezclada con cochayuyo, queso y leche. Ambos, la huarjata y el huaycani se preparan y degustan cada 2 de noviembre.
Tras el almuerzo, entre los familiares se realiza la costumbre de lanzar bolas de acero a una cabeza con el propósito de reventarles los ojos. El que lo logre será quien se responsabilice de la preparación de los alimentos para la celebración de Todos los Santos.
Mientras que en otras provincias cada 2 de noviembre se degustan platos que en vida le gustó a sus hoy difuntos en los alrededores de los cementerios. La mayoría de familias prepara el tradicional asado de cordero.
Por: Paty Condori Huanca
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