La ´Mamita´ peregrina que trae su bendición andina

Fue una larga espera, tolerada solo con esa fuerza indesmayable que otorga la fe.

A  pesar del tiempo transcurrido, recordando que no existe el plazo que no se cumpla, el día anhelado ya llegó y ella está muy cerca de sus amorosos hijos.

Es la venerada imagen de la Virgen de la Puerta, advocación religiosa proveniente de Otuzco, provincia andina con clima frío pero de corazón ardoroso que late al compás de su “Mamita Celestial”.

La madre de Jesucristo, vestida con hermosas prendas ofrendadas por sus propios devotos, se aleja por sétima vez de su sobrio templo enclavado allí, a 2 mil 600 metros sobre el nivel del mar, para bendecir a los fieles trujillanos quienes por miles la esperan para llenarla de plegarias.

Casi al unísono, se escuchan algunos versos entonados con desiguales voces, pero siempre con una misma emocionada inquietud:

Virgencita de la Puerta, derrama tu bendición

Virgencita de la Puerta, danos paz y mucho amor

Un largo camino de bendiciones

Son más de 75 los kilómetros que separan a Trujillo de Otuzco, en la región La Libertad. Esa es la distancia que recorren unas 50 mil personas cada mes de diciembre cuando se celebra la festividad central de la Virgen de la Puerta.

Es sin duda un largo camino que recorren los devotos para manifestar su amor a la imagen cuyo celestial amor protege desde el siglo XVII a un pueblo que la coronó como su reina y madre espiritual.

Con la presente, son siete las veces que la imagen recorre estrechas vías y sinuosos caminos para llegar a la costa y ser parte de la fe indesmayable de todos, quienes ruegan por paz en una sociedad convulsionada.

Durante una semana, a partir del 3 de agosto, la “Mamita de Otuzco” brindará también su tierna mirada a fieles de diversos distritos trujillanos como Víctor Larco, Salaverry, Laredo y Huanchaco.

Con toda seguridad, será una muchedumbre la que podrá venerarla a bordo de un curioso vehículo denominado “Mariamóvil”, que recorrerá las calles a la usanza del “Papamóvil” que hizo célebre Juan Pablo II en sus periplos a nivel mundial.

Precisamente, igual que el papa peregrino, el ícono religioso llegará a los lugares más conflictivos de la urbe, entre ellos el penal El Milagro, justo ahí donde “las papas queman” y la vida no vale nada, según dicen.

En la cárcel la esperan, unos para ratificar su inocencia, otros para pedir perdón por su vida libertina, pero seguro no habrá quien mire con indiferencia a su rostro maternal.

El homenaje tierno y musical

Mención aparte merece el homenaje único que le brindan a la Virgen de la Puerta, casi en cada una de sus apariciones públicas, los llamados “Negritos” y “Gitanos”.

¿Quiénes son ellos? Se trata de danzantes andinos pintados y vestidos como la tradición manda, tal como los esclavos de años remotos le rendían homenaje a la mujer bendita que concita el cariño de propios y extraños.

Así, bailando y cantando, o quizá orando y con lágrimas en los ojos plagados de emoción, Trujillo prepara alma y corazón para compartir con la “Mamita de Otuzco”, una experiencia espiritual inolvidable.

Abrázame tú María, tus gozos sean mi consuelo

Llegue mi llanto al cielo

Hasta que aparezca el día, madre mía.

Así sea.

Por: Jorge Rodríguez

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