"Me ha costado continuar con mi vida. Hay personas de buena voluntad que se me han acercado diciendo que merezco una segunda oportunidad. Y sí la merezco", enfatizó.
"Me gritan asesina en la calle. Hasta asesina de niños. No sé de dónde han sacado eso. Es muy duro. Yo asumí mi responsabilidad. Si tuve un vínculo con la violencia lo asumo, pero tampoco voy a asumir responsabilidad que no ha sido mía", manifestó.
En una entrevista a la revista Caretas, admitió que después de tanto tiempo de escuchar que le digan terrorista se acostumbró y ahora ya no le importa.
"Al inicio me fue muy chocante tener que asumir que me llamaran así (terrorista). No sé en qué año comencé a acostumbrarme y ya no me importó. Creo que era el 2003. Recuerdo haber escrito bastante: no soy terrorista. Yo no vine a sembrar terror", anotó.
Sobre la revocatoria de su libertad, la ciudadana estadounidense consideró que es "una injusticia tremenda", y que merece otra oportunidad para resocializarse tras haber pasado casi 15 años de prisión.
"Me ha costado continuar con mi vida. Pero también hay personas de buena voluntad que se me han acercado diciendo que merezco una segunda oportunidad. Y sí la merezco", enfatizó.
Según dijo a Caretas, su participación en el MRTA se limitó en el alquilar de una vivienda, y negó haber realizado reglajes a políticos peruanos en la década del 90.
"Nunca he hecho reglajes al Congreso ni a políticos. Seguí los debates parlamentarios porque me interesaban, que es distinto. No he tenido una función directiva, jamás. Es cierto que conocí a esas personas con otros nombres, pero no es cierto que yo haya estado metida en un plan para tomar el Congreso. No me estoy limpiando, nunca lo he hecho", apuntó.
Comparte esta noticia