El suspendido presidente ejecutivo de Osiptel, Rafael Muente, dijo que las operadoras continúan vendiendo este producto tecnológico a pesar de que el Congreso aprobó una norma que sanciona la comercialización ambulatoria de chips.
El suspendido presidente ejecutivo de Osiptel, Rafael Muente, consideró que las empresas de telecomunicaciones móviles tienen responsabilidad en la comercialización ilegal de chips, a través de la venta ambulatoria.
Durante una entrevista con el programa Prueba de fuego, de RPP TV, indicó que las operadoras continúan vendiendo este producto tecnológico, a pesar de que el Congreso aprobó una norma que sanciona la comercialización ambulatoria de chips.
Muente Schwarz contó que, en un experimento realizado en 2019, fue testigo de que los vendedores ambulantes ofrecían un chip a nombre de otra persona si el cliente no quería registrar su huella dactilar.
A su juicio, esta situación es “delicada” y “sumamente grave”, ya que no puede ser fiscalizada eficientemente, lo cual podría ser aprovechado por las organizaciones criminales.
“Yo convoqué a los representantes de las empresas, les mostré el video que tomé y les dije: ‘Señores, esto es peligrosísimo’. Bueno, no pasó nada”, cuestionó.
"Hoy día el Osiptel mira a otro lado"
Muente afirmó que la venta ambulatoria es una “fuente de ingreso importantísima” para las empresas operadoras. Al respecto, contó que días atrás se difundió un audio en un medio en el que, supuestamente, un presidente de una operadora señalaba abiertamente que más del 75 % de las ventas prepago se realizan en la calle y que, si se cortara esa fuente —habría dicho—, “se acaba el mal, pero se acaban las empresas”.
“En otras palabras, las empresas lo ven como un tema de supervivencia”, expresó.
“Estamos hablando de una lamentable situación en la cual los intereses económicos de las empresas coinciden con los intereses delincuenciales, porque los chips —y lo han dicho varios especialistas y un exministro del Interior— son el vehículo principal para esconder la identidad y, por tanto, cometer una serie de delitos, incluyendo, por supuesto, las extorsiones”, añadió.
En ese contexto, Muente criticó la "pasividad" y "parsimonia" del Osiptel, hoy a cargo de Jesús Guillén Marroquín, al no ejercer su labor fiscalizadora, facilitando indirectamente las cosas a los extorsionadores.
"Hoy día el Osiptel mira a otro lado, no se pronuncia. Está dejando con cumplir con su labor", expresó.