Santiago Contoricón encarnaba uno de los componentes de nuestra nacionalidad, las etnias que han sabido adaptarse a la vida en la selva generando sus propias lenguas, sus modos de vida, su religión, su arte y sus recursos para garantizar la salud mental y física.
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Es posible que el nombre de Santiago Contoricón no sea conocido por gran parte de los peruanos. Como tampoco el nombre de las comunidades nativas ashaninkas establecidas desde tiempos inmemoriales en la selva central. Pero su asesinato no debería pasar desapercibido para nadie. Contoricón encarnaba uno de los componentes de nuestra nacionalidad, las etnias que han sabido adaptarse a la vida en la selva generando sus propias lenguas, sus modos de vida, su religión, su arte y sus recursos para garantizar la salud mental y física. Sendero Luminoso se ensañó contra el pueblo ashaninka, aniquilando un porcentaje importante de sus miembros en lo que la Comisión de la Verdad asocia con un genocidio. Orgullosos de su identidad, los ashaninka rechazaron durante los años ochenta las pretensiones totalitarias de jefes terroristas, de la misma manera que hacen hoy contra bandas de narcotraficantes. Por eso es grave que el pasado sábado haya sido asesinado de cinco balazos, delante de su familia, en el distrito de Río Tambo, provincia de Satipo, región Junín. La Central Ashaninka del Río Tambo (CART) ha atribuido el asesinato a organizaciones vinculadas al narcotráfico y exige la identificación y captura de los asesinos. Tanto más, que el presidente de la CART, Fabián Antúnez, había denunciado las amenazas que pesaban sobre el histórico líder ashaninka. Antúnez declaró en RPP: “El 24 de marzo informamos al ministerio del Interior que estamos siendo amenazados por el narcotráfico… Esta muerte hubiera podido ser evitada si el Estado estuviera presente acá”. El ministerio del Interior ofrece hasta 150,000 soles a quien colabore con la ubicación y captura de los asesinos. El caso figura en la página digital del Programa de Recompensas, que puede ser contactado telefónicamente en el 080040007. El crimen de Contoricón no debe quedar impune, como desgraciadamente ha sido el caso de demasiados líderes indígenas en nuestro país.
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