Se encuentran cerca al virus, en la primera línea de batalla, pero su vocación, responsabilidad y compañerismo las ha hecho seguir trabajando. Llegan a tomar 160 pruebas del nuevo coronavirus al día.
La epidemia por el nuevo coronavirus cambió muchos trabajos e intensificó las labores del personal de salud que han tenido que luchar contra este virus en la primera línea. Eliana y Lizeth Santos Fajardo son dos gemelas de 29 años, técnicas de laboratorio en el Instituto Nacional de Salud del Niño en Breña. Durante el Estado de Emergencia, las designaron a trabajar haciendo las pruebas a sospechosos de Covid-19.
“Al principio tenía miedo; a pesar de que era parte de mi labor, parte de lo que hace mi profesión de brindar atención al público. Tenía temor de contagiarme y contagiar al resto de mi familia. Llegaba a mi casa y me bañaba, me cambiaba, todo, pero a veces sentía que mi familia no se acercaba mucho a mi”, comenta Eliana.
Eliana vive con su madre – quien es adulta mayor y tiene hipertensión – , Lizeth – su hermana – , sus sobrinos y su cuñado. Lizeth cuenta que el miedo a contagiar a sus familiares era muy grande, por lo que cambiaron muchas cosas en su vida.
“Cuando nosotras llegábamos de la calle la mandábamos [a su madre] a su cuarto y nosotros dejábamos los zapatos afuera, íbamos directamente a bañarnos y a lavar la ropa. En la casa estábamos con mascarilla también. Ya no era lo mismo como antes que yo iba y la abrazaba o me dormía en su cuarto, ya no podía hacer eso porque me daba miedo”, dice Lizeth.
Pero las cosas dentro del Instituto tampoco fueron fáciles. Las gemelas mencionan que los primeros quince días de marzo no asistieron a trabajar ya que no se podía. Sin embargo, los primeros días de abril fueron al Instituto. Las primeras semanas no contaban con los trajes de seguridad necesarios. Ellas aseguran que era por la gran demanda que había de estos. Felizmente, algunos días después se abastecieron como era debido.
“Al principio sentí miedo porque íbamos a estar con pacientes directamente sospechosos, muchos de ellos positivos. Al principio se entregaban los resultados ahí, inmediatamente, pero era muy fuerte ver a los pacientes y decirle que estaban infectados; se ponían a llorar. La tristeza que sentían no era de ellos estar enfermos si no por contagiar a sus familiares”, narra Lizeth.
Actualmente, en el laboratorio ya no se les da los resultados a los pacientes. De eso se encarga el área de epidemiología, puesto que es un tema muy delicado. El trabajo de las gemelas ha sido arduo y tenaz. Eliana menciona que al comienzo de la cuarentena hacían un aproximado de 160 pruebas al día en un horario de 8am a medio día. Ahora, hacen aproximadamente 70 a 80 pruebas.
Pero para ellas dejar este trabajo nunca estuvo presente en sus mentes. “Yo sentía responsabilidad porque mi profesión es ayudar al diagnóstico y mi bachiller es en tecnología médica”, dice Eliana, y comenta también sobre cómo esta situación ha definido – y define – su carrera profesional. “Estoy laborando como técnico de laboratorio en el área de muestras, pero es parte de las actitudes que tengo que tener frente a estos casos. Tratar de ayudar al diagnóstico es parte de mi profesión y de lo soy y he venido haciendo durante todo este tiempo”, afirma.
Por otro lado, Lizeth menciona que además sentía mucha responsabilidad porque veía como sus compañeros de trabajo se contagiaban y cada vez había menos personas para cubrir los puestos.
Hasta la fecha, ninguna de las gemelas, ni quienes viven con ellas, se han contagiado de Covid-19. Sin embargo, su padre – quien vive en otra casa – se infectó. Eliana cree que se contagió en la calle porque desde el comienzo del Estado de Emergencia, ni ella ni Lizeth fueron a visitarlo por precaución. Luego de estar hospitalizado varias semanas, el padre de las gemelas ya está en proceso de recuperación.
Actualidad
Gemelas cuentan su experiencia haciendo pruebas Covid-19 a RPP.
Comparte esta noticia