Para cumplir con el déficit de vivienda en la ciudad, el Estado peruano promueve créditos para acceder a "viviendas de interés social". Sin embargo, el debate de si estas viviendas se están usando o construyendo apropiadamente ha ido aumentando en las últimas semanas. ¿A quién le corresponde supervisar su funcionamiento? Expertos consultados por RPP Data responden.
En Lima Metropolitana existe una brecha habitacional de casi medio millón de hogares, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Esto significa que existen viviendas que no cuentan con los servicios básicos como acceso a agua y electricidad o que no hay la suficiente cantidad de hogares para que las personas puedan vivir.
Para atender esta demanda, el Estado peruano promueve el acceso a las "viviendas de interés social", un producto financiero asociado a créditos y subsidios económicos. ¿En qué consiste? El arquitecto urbanista Aldo Facho Dede lo explica:
"Para ofrecer una alternativa a las personas que necesitan una vivienda y que no pueden acceder a ella mediante la oferta regular del mercado, el Estado ha diseñado un crédito hipotecario con tasas y cuotas más accesibles". Esto se hace a través de bonos como Techo Propio y Mi Vivienda, dependiendo del tipo de vivienda y de la economía de las familias, añade.
En los últimos meses y semanas, el debate sobre si este tipo de viviendas se están usando de forma adecuada o no se ha intensificado, sobre todo en algunos distritos de la ciudad. Municipios y vecinos reclaman que la construcción de edificios ha aumentado sin control.
"La vivienda social en Lima no está llegando a las familias más necesitadas. Está atendiendo a los segmentos medios y medio altos que quieren vivir en los distritos más consolidados de la capital. Ese es el problema de fondo que el Ministerio de Vivienda no está atendiendo", señala el especialista.
¿Uso indebido de las viviendas de interés social?
Durante el 2023 se panificó la construcción de 63 mil viviendas de interés social en todo el país, de las cuales 24 mil se encuentran en Lima Metropolitana, de acuerdo a cifras del Ministerio de Vivienda.
Expertos consultados por RPP Data sostienen que si es que este tipo de viviendas son utilizadas para otros fines como oficinas o alquileres temporales para turistas, pueden ser sancionadas. Andrés Devoto, representante del Grupo de Investigación en Urbanismo, Gobernanza y Vivienda Social (CONURB-PUCP), explica que existe un marco legislativo para fiscalizar el uso de las viviendas de interés social.
"Por un lado tenemos al Fondo Mi Vivienda que constantemente tiene que hacer inspecciones a las viviendas y está totalmente facultado a abrir un proceso sancionador si es que incumplen las disposiciones del reglamento y retirar la ayuda [financiera] que brindaron", detalla.
Otra entidad involucrada es el Indecopi, quien recibe las denuncias e impone las multas y las municipalidades también se encargan de fiscalizar todas las viviendas en sus distritos, independientemente de si son o no de interés social, añade Devoto.
"Por ejemplo, si una persona recibe un subsidio directo de Vivienda para comprar un inmueble, y luego comienza a alquilarlo a un turista, el Fondo Mi Vivienda puede penalizar dicha acción", detalla.
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Es necesario aumentar la vivienda en la ciudad de forma ordenada
La Residencial San Felipe en Jesús María, las Torres de San Borja o la Unidad Vecinal de Mirones en Cercado de Lima son ejemplos de viviendas de interés social que cuentan con áreas verdes, plazas y algún tipo de servicio básico de comercio, indica Sharif Kahatt, arquitecto urbanista. Sin embargo, desde los años 2000, el Ministerio de Vivienda y los gobiernos de turno promovieron el financiamiento para adquirir una vivienda, pero sin considerar la planificación urbana, comenta.
"Esa clara diferencia se puede ver en que la promoción de la vivienda nace del Minsiterio de Economía, no del Ministerio de Vivienda y Construcción. Uno puede ver que en los conjuntos vecinales, por mucho que se esfuercen en cumplir la norma, la relación con la ciudad es inexistente. Vemos espacios encerrados que requieren transporte público [por ejemplo]", señala Kahatt.
Los especialistas consultados para esta nota afirman que es importante densificar Lima. Esto quiere decir que se tiene que fomentar más viviendas en los espacios céntricos de la ciudad. "La densidad es sana para una ciudad que quiere ser eficiente con sus recursos, tener servicios básicos de energía, agua y desagüe y transporte público. El problema es cuando el Estado quiere aumentar la densidad sin hacer nada al respecto como ofrecer áreas verdes, colegios, establecimientos de salud", añade Kahatt.
Para Aldo Facho se debe aumentar ls vivienda, de forma ordenada, "sobre todo en las principales avenidas, y en las zonas que tienen una adecuada cobertura de parques y otros equipamientos". "Esas zonas son justamente los distritos de la “Lima top” y la “Lima moderna”, pero debe hacerse de manera ordenada y planificada. Eso no se está haciendo porque seguimos sin elaborar el Plan de desarrollo urbano de Lima Centro, donde se debe actualizar la zonificación de todos esos distritos", menciona.
Lima Metropolitana seguirá creciendo y sus habitantes merecen una planificación urbana adecuada, con viviendas que tengan servicios básicos y permitan una mejor calidad de vida en la ciudad. El reto sigue pendiente.
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