El derrumbe de un socavón de una mina de carbón en un socavón de aproximadamente 200 metros de profundidad dejó dos fallecidos y un minero herido. El hecho ocurrió en el centro poblado de Rosas Pampa, distrito de Chalamarca, en la provincia cajamarquina de Chota.
En la noche del lunes 8 de diciembre, un derrumbe en un socavón de carbón de unos 200 metros de profundidad, ubicado en el centro poblado Rosas Pampa —distrito de Chalamarca, provincia de Chota, región Cajamarca— dejó dos mineros muertos y un tercero rescatado, luego de casi 20 horas de trabajos de emergencia.
El hallazgo se produjo en circunstancias precarias tras un colapso que bloqueó la salida de la mina. Según versiones de rescatistas y pobladores, los cuerpos sin vida —identificados como Ángel Lumba Huacal (19 años) y Pascual Saavedra Hoyos (60 años) — quedaron atrapados en una zona de alta inestabilidad, lo que imposibilitó su recuperación inmediata.
El tercer trabajador, identificado como Román Lumba Herrera —padre de Ángel— fue rescatado con vida y trasladado a un centro de salud para recibir atención médica.
¿Qué dice el COER?
Ante este hecho, la directora de la Oficina de Defensa Nacional del Centro de Operaciones de Emergencia Regional de Cajamarca, Fiorella Alvarado, reconoció la gravedad del incidente y detalló las dificultades enfrentadas en las labores de rescate:
“El desprendimiento dentro del socavón … complicó la limpieza … durante este proceso lograron encontrar los dos cuerpos, pero lamentablemente también hubo un nuevo derrumbe, lo cual no les permitió rescatar dichos cuerpos”.
Alvarado explicó que su institución participa en el “monitoreo y coordinación general de las acciones” en emergencias, y que la fiscalización de minas —especialmente ante la sospecha de minería ilegal— corresponde a la Dirección Regional de Energía y Minas Cajamarca (DREM). “Eso no lo puedo aseverar todavía… ellos realizarán la evaluación tanto de la estabilización como de las condiciones en que se desarrollaban los trabajos”.
Sobre su rol en prevención, señaló: “nosotros sí trabajamos los siete procesos de la gestión del riesgo … evaluación de daños y análisis de necesidades de personas damnificadas”, aunque aclaró que no les corresponde fiscalizar la explotación minera.
Según datos oficiales del Gobierno Regional de Cajamarca, más del 70 % de los pequeños mineros en la región operan de forma ilegal.
El creciente número de derrumbes y accidentes pone en evidencia la vulnerabilidad de los trabajadores, así como la precariedad de las medidas de seguridad en explotaciones informales.
Como mencionó Alvarado: “es fácil hacer fiscalización en esas zonas, descubrir minas ilegales… nosotros nos encargamos del monitoreo y la coordinación de emergencias” —pero la seguridad real depende de controles efectivos en la operación minera.