Juan del Castillo, promotor del recordado programa Viaje a lo Desconocido, contó algunas de las historias más macabras y populares de la ciudad
El Cementerio Museo de la Almudena, es un reciento de descanso eterno de miles de personas, cusqueños y algunos extranjeros, cuyos restos yacen en los nichos e históricos mausoleos. Este lugar guarda una serie de leyendas urbanas que trascienden por varias generaciones.
La novia
Una de las historias más conocidas es la de un hombre que perdió a su novia, la joven fue enterrada en el campo santo del Cementerio de La Almudena. Un día, luego de una noche de bohemia, el hombre decidió buscar al amor de su vida.
Cuenta la historia que el joven enamorado ingresó al cementerio, aprovechó la solitaria madrugada y la carencia de un cerco perimétrico. Llegó a la tumba de su amada y sintió que ella lo retenía para evitar que la dejara sola.
El hombre creyó que se trataba de su novia quien lo forzaba a quedarse para morir juntos. Finalmente el joven sucumbió de un paro cardiaco, sin saber que no fue su amada la que lo detuvo, ya que era su casaca la que había quedado enganchada a una cruz.
La misa negra
Se dice que al Cementerio de la Almudena, acuden muchas personas para hacer brujería o conseguir tierra de aquellos que se quitaron la vida, que según cuentan, es más efectiva al momento de hacer un conjuro macabro.
El visitante de este recinto mortuorio, puede percatarse de la presencia de lugares donde existen velas negras y pequeños agujeros con trozos de ropa y fotografías, en los que al parecer algunos hechiceros se aventuran a realizar ritos para buscar el bien o el mal de la gente.
El taxista
En el Cusco de antaño, solo algunos se dedicaban al oficio de taxistas, por la poca afluencia de gente en una ciudad pequeña. Una noche, una dama vestida de negro, tomó los servicios de un taxista, subió a la parte posterior y le dijo “lléveme al cementerio”.
El taxista, un tanto nervioso, accedió al pedido y la llevó al Cementerio de la Almudena, al llegar a su destino solicitó a la mujer que pagara la carrera, ella dijo no tener dinero, pero le pidió ir a la calle Matará 435, donde le pagaría al día siguiente. El hombre aceptó y vio cómo la puerta del cementerio se abrió para el ingreso de la mujer.
Como había quedado pactado, el taxista acudió a la vivienda en la céntrica calle Matará, para cobrar por sus servicios, al llegar a la casa, una mujer le contó que se trataba de su hija quien había muerto hace 5 años.
Viaje a lo Desconocido
Viaje a lo Desconocido, fue uno de los programas radiales más escuchados durante los años 70 y 80 en Cusco, los domingos en la noche, los ciudadanos esperaban prestos para oír las escalofriantes historias.
El profesor y periodista Juan del Castillo, uno de los promotores del espacio radial, en entrevista con RPP Noticias, contó detalles de la producción de los programas en el género radio-novela, que entregaron a sus oyentes por más de 10 años.
“En ese entonces no habían efectos de sonido como ahora, nosotros íbamos al Sábado Baratillo (mercado tradicional de Cusco), para comprar calaminas, cadenas y con eso hacíamos los efectos de los truenos, también grabábamos en el cementerio”, mencionó.
El profe Juan, como lo conocen en Cusco, contó que las historias que ellos relataban en sus programas, fueron contados por los mismos cusqueños, algunos mediante cartas y otros en conversaciones directas, “algunos eran los protagonistas”, dijo.
“Las cosas paranormales existen, antes era con mayor frecuencia porque la gente tenía temor a Dios, ahora lamentablemente eso se está perdiendo, pero todo lo que nosotros relatamos en nuestros programas sucedieron en la vida real”, sostuvo el profe Juan.
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