La flora y fauna en la zona de la Reserva Nacional de Paracas se encuentra en permanente riesgo debido a prácticas de pesca ilegal con dinamita y chinchorro, modalidades que agreden el ecosistema marino costero. Los pescadores artesanales y las autoridades luchan por controlar extracciones indiscriminadas.
Por Edwin Herrera
Si la práctica de pesca ilegal de por sí ya es condenable, es peor cuando esta ocurre en una zona protegida, como pasa en la Reserva Nacional de Paracas, en la provincia de Pisco, región Ica, según diversas denuncias de pescadores artesanales, asociaciones que velan por el cuidado del mar y las mismas autoridades.
En esta reserva, creada hace 49 años como la primera área marino costera protegida del país, se ha detectado pesca con dinamita y también con chinchorro, formas agresivas para extraer recursos del mar. José Alberto Hernández Mundini, maricultor de la Reserva Nacional de Paracas, detalla la ilegalidad.
“Son delincuentes los que se dedican a hacerles daño a todos los recursos hidrobiológicos que existen en la zona y que por cierto en los últimos tiempos ha habido capturas, capturas importantes, hay gente que está purgando condena ya por esa actividad ilícita y esperamos que en corto tiempo potenciar a los órganos supervisores poder erradicar esta actividad que le hace tanto daño a nuestros recursos naturales”, dice José Alberto Hernández.
Según el presidente de la Asociación Pesca Sostenible, Harold Castillo, solo este año han recibido una docena de denuncias de pesca ilegal en las playas Barlovento, El Negro y Santa Ana, que son parte de la Reserva Nacional de Paracas, además de recibir denuncias similares de la zona de amortiguamiento entre Paracas y la reserva de San Fernando en Marcona. Una de las más visibles es la pesca con chinchorro.
“Consiste en calar una red de cortina reforzada de grandes dimensiones detrás de la zona de acción de las olas, aseguradas en sus extremos a dos embarcaciones con motores fuera de borda, las cuales arrastran la red hasta que estas llegan a la orilla. Y posteriormente atan los cabos a camionetas 4x4 las cuales continúan arrastrando la red hasta la arena”, afirmó Harold Castillo.
Peligro de pesca con explosivos
Pero otra forma agresiva de pescar es la que usa explosivos. De acuerdo con Gonzalo Quiroz Jiménez, jefe de la Reserva Nacional de Paracas del Sernanp, si bien la batalla por cuidar Paracas no se detiene, en el 2010, 2021 y 2023 se ha logrado detener y sentenciar a tres personas por usar dinamita en la reserva.
“No solo la explosión o el radio de detonación impacta a especies e hidrobiológicamente aprovechables, sino también, impacta a otras especies silvestres y también el fondo bentónico. Entonces, por la magnitud de la explosión es que esta es una de las prácticas que afectan más el ecosistema”, afirmó Gonzalo Quiroz.
La reserva alberga más de mil quinientas especies entre animales y plantas, entre las que se encuentran 20 especies de cetáceos como la ballena jorobada, 168 variedades de peces, 10 de reptiles, 36 mamíferos y 216 especies de aves.
Y así como la policía no se da abasto para cuidar una zona urbana; en el mar, hace falta más fiscalizadores. Según el Sernanp, hay 150 pescadores que, de manera voluntaria, hacen labor de guardaparques comunales. Pero la Capitanía de Puerto, el Ministerio Público y el sector Producción también tienen que vigilar. Víctor Díaz, director regional de la Producción en Ica, afirma que a su entidad no le corresponde actuar en casos de pesca prohibida.
“Pero quienes practican esa práctica ilegal con dinamita con aparejos que no son los que establecen las normas, eso lo ve directamente el Ministerio de la Producción. La actividad que nosotros damos permiso, cuales son, por ejemplo, la recolección pasiva de macroalgas, la función que realizan las embarcaciones artesanales”, expresó Víctor Díaz.
Fabio Castagnino, asesor pesquero de Sociedad Peruana de Derecho Ambiental, alerta que la zona donde se practica la pesca ilegal es en las playas ubicadas al sur de la reserva, como Barlovento, El Negro, Antana.
“El único caso de prisión efectiva dictada por pesca ilegal, fue en un caso en el 2010 por explosivos también en Paracas, luego de lo cual la actividad se redujo durante un tiempo y luego de ello empezó otra vez campante, entonces también es importante reforzar, tiene que seguirse fortaleciendo estos sistemas, no cantar victoria, saber que es una actividad que está bastante arraigada en algunas zonas y hay que seguir trabajando en ello aún con más ahínco”, manifestó Fabio Castagnino.
¿Se puede pescar en la Reserva Nacional de Paracas? Claro que sí, pero con ciertas condiciones que no perjudiquen el ecosistema marino. Cerca de dos mil pescadores artesanales realizan su faena sin hacer daños y benefician a unas 50 mil familias. Pero si la pesca ilegal sigue, la reserva está en peligro.
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