En la urbanización Santa Teresa de Ávila, moradores preparan barricadas para evitar que la inundación afecte las más de 30 viviendas que fueron devastadas en el 2017.
Construyendo muros de ladrillos en las puertas de sus viviendas y llenando decenas de sacos con arena se preparan los trujillanos para afrontar la posible llegada de huaicos como consecuencia de las lluvias anunciadas para el mes de marzo en esta parte del país.
Lo que parece una simple organización, en realidad, se ha convertido en una preocupación constante para los vecinos de urbanizaciones ubicadas en el cauce natural de la quebrada San Ildefonso.
Una de estas urbanizaciones es Santa Teresa de Ávila. Hasta este lugar llegó RPP Noticias y comprobó que los habitantes se han organizado para comprar sacos de cemento y arena para la barricada que colocarán en una avenida.
Deysi Dominguez, presidenta de la junta directiva de dicha urbanización, recuerda que en el 2017, la losa deportiva quedó inundada por los huaicos que llegaron a tener una altura de dos metros arrastrando consigo basura, restos óseos y hasta animales muertos.
Ella pidió mayor apoyo de las autoridades y cuestionó que en dos años no se hayan ejecutado obras para prevenir desastres por los nuevos huaicos.
El vecino Silvio Mendoza Pérez señaló que la premura por colocar los sacos de arena, podría generar que estos revienten porque están colocados a la intemperie sin ninguna protección. Sería un trabajo en vano, advierte.
Familias que residen en la urbanización Santa Teresa de Ávila, aseguran que no pueden dormir pensando en que cualquier momento se inicie el período de lluvias intensas y, con esto, la activación de quebradas.
Otra de las vecinas, cuestiona que las autoridades no se preocupen por ejecutar obras de reconstrucción con lo cual las aguas de las quebradas discurrirán por los mismos lugares, afectando a su vivienda como en el 2017.
Pero no solo las casas son afectadas. El colegio Ricardo Palma, ubicado en la avenida El Ejército, también se prepara con sacos de arena que colocará en el portón de fierro. Todo esto, a dos semanas del inicio del año escolar.
Una integrante de la Apafa señaló que esta medida es para evitar que la infraestructura y el mobiliario sea dañado. Con el dinero solicitado a los padres de familia, se adquirió una volquetada de arena fina y sacos de polietileno.
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