Ambas municipalidades se ven enfrentadas desde hace más de una década por el límite de sus distritos. La calle Bucaramanga es la vía de la discordia.
El último sábado, serenos y vecinos de las municipalidades de La Molina y Ate se enfrentaron en una batalla campal que dejó heridos en la calle Bucaramanga. Esta riña se inició debido a que la Municipalidad de La Molina colocó unas 80 macetas a lo largo de toda la berma que divide ambos distritos y que la jurisdicción de Ate reclama como suya.
Este tramo, que se ubica a espaldas del colegio Alpamayo, posee cuatro carriles. Sin embargo, uno de ellos es utilizado como estacionamiento de autos de uso exclusivo del colegio y bloquea la pista con vehículos particulares generando tráfico en la zona. El plantel cuenta con la autorización de la Municipalidad de Lima para que use la vía pública como estacionamiento particular.
Historia. La calle se encuentra en disputa desde hace varios años ya que antes estaba dividida por una reja que dividía ambas jurisdicciones. Por un lado, los residentes de Ate reclamaban que la malla metálica bloqueaba la salida de los vehículos hacia la avenida Javier Prado.
Los vecinos de La Molina decían que la división ofrecía una mayor seguridad a la zona ya que evitaba el ingreso de cualquier persona. En el 2005, el juez Gonzales Barrera ordenó el retiro de esta reja dejando simplemente una merma como división.
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