Las razones son en virtud a la importancia y trascendencia que esta festividad tiene como portadora de la memoria histórica de los pobladores de la región. “Iquitos y Loreto tienen un sinfín de costumbres y tradiciones que se pueden poner más en valor", dijo la ministra de Cultura, Leslie Urteaga.
El Ministerio de Cultura (Mincul) declaró Patrimonio Cultural de la Nación a la expresión cultural Carnaval Amazónico de Iquitos de la provincia de Maynas (Loreto) por su importancia y trascendencia histórica de la festividad en relación con el fortalecimiento de la memoria de los ciudadanos de la región.
Ello ya había sido anunciado por la ministra de Cultura, Leslie Urteaga, durante su visita a la ciudad de Iquitos. “Iquitos y Loreto tienen un sinfín de costumbres y tradiciones que se pueden poner más en valor, por lo que es importante la declaratoria del Carnaval Amazónico para poder preservarlo”, dijo.
Mediante resolución viceministerial N° 000126-2023-VMPCIC/MC, publicada en el diario El Peruano y firmada por la viceministra de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Haydeé Victoria Rosas Chávez, se reconoce a esta festividad por fomentar la unión y sentido de pertenencia de la población iquiteña.
Razones en beneficio de la cultura
Actualmente, el ‘Carnaval Amazónico de Iquitos’ se festeja los días sábado y domingo anteriores a la cuaresma. En otras regiones se celebra exactamente los tres días antes de la cuaresma, iniciando el domingo y terminando el martes, siendo al día siguiente miércoles de ceniza.
Según informó el Mincul, las cuadrillas son dirigidas por un capataz, quien a su vez coordina con otros capataces para formar el contingente que visitará las húmishas, que destaca dentro de toda la celebración de la festividad el domingo.
Ese día las personas ya están disfrazadas y enmascaradas para ocultar su identidad, mientras comen, beben y danzan alrededor de la húmisha (árbol adornado con diferentes productos).
Dentro de las particularidades que presenta esta celebración, la persona cuyo corte tumbó la húmisha, asume la obligación ante sus vecinos de ser el coordinador principal de esta actividad el año siguiente durante el carnaval.
Antecedentes históricos
Fuentes históricas indican que los misioneros de la orden religiosa Compañía de Jesús llegaron a la Amazonía peruana en el siglo XVII, donde averiguaron sobre las creencias y celebraciones de la población indígena con el objetivo de facilitar su discurso en torno al Dios y al diablo cristiano.
Los misioneros jesuitas llevaron consigo los usos de las festividades europeas, eclesiásticas y populares al territorio amazónico: celebraban con solemnidad el Corpus Christi, la Semana Santa o a los patronos de las reducciones, siendo estas fiestas consideradas como oficiales y propias del calendario litúrgico.
El 'Carnaval Amazónico de Iquitos' es trascendental para los habitantes de esta zona del país. De acuerdo con la información provista, las raíces de esta expresión cultural tienen un origen ancestral y prehispánico. Es decir, es el resultado de la fusión de fiestas tradicionales de los pueblos amazónicos originarios, con festividades cristianas traídas a estas latitudes por los misioneros religiosos europeos.
En estas fiestas carnavalescas, se ejecutaban juegos en torno a un árbol del cual colgaban regalos, siendo este árbol conocido en la actualidad como húmisha. Esta última se sigue desarrollando hoy en día siguiendo el modelo de ese entonces: se colocaba un árbol en medio de la plaza, en el cual el misionero colgaba tabaco, cuchillos, hachas y anzuelos; así como la población catequizada lo adornaba con chontas, frutas y algún animal.
Después danzaban alrededor del árbol con el cuerpo pintado de rojo con achiote, al son de tamborcillos y flautas. Progresivamente, cada participante, con un hacha adornada y afilada, daba cortes al árbol hasta que este caía y las gentes agarraban los objetos colgados. Por último, paseaban por el pueblo cargando el tronco, brincando, bailando y entonando temas musicales.
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