Desde la detención de Pedro Castillo por su intento de golpe de Estado, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, se ha referido en varias ocasiones al Perú y al exmandatario, lo que ha sido calificado como injerencia en los asuntos internos del país. La negativa de ceder la presidencia de la Alianza del Pacífico supone un nuevo capítulo en las relaciones con el país azteca.
Conformada por Chile, Colombia, México y Perú, la Alianza del Pacífico es un mecanismo de integración que surgió en abril de 2011 para convertirse en una plataforma de articulación política, de integración económica y comercial, y de proyección al mundo, con especial énfasis al Asia Pacífico.
Actualmente, la Alianza del Pacífico cuenta con 61 estados observadores: América Latina (14), África (2), Asia (12), Oceanía (2) y Europa (31). Según destaca en su portal web, en América Latina y el Caribe, el bloque representa el 41% del PIB y atrae el 38% de la inversión extranjera directa.
“La Alianza del Pacífico ha generado cierto reconocimiento internacional acerca de su importancia, no por algo tiene más de 60 países observadores. En ese sentido, la Alianza del Pacífico se ha convertido en la prioridad del Perú en el ámbito de materia de integración regional", dijo el internacionalista Óscar Vidarte en diálogo con RPP Noticias.
Aunque se trata de una importante iniciativa de integración regional que promueve el intercambio comercial de inversiones, de innovación y tecnología con las regiones más competitivas del mundo, en estos últimos días, la Alianza del Pacífico ha sido uno de los temas de conversación en Perú por la negativa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de entregar la presidencia pro témpore del bloque al Perú, representado por el Gobierno de Dina Boluarte.
En noviembre de 2022, el entonces presidente Pedro Castillo tenía planeado viajar a México para recibir la presidencia pro témpore de la Alianza del Pacífico, pero su viaje no fue posible porque el Congreso no autorizó su salida del país.
En solidaridad con su homólogo peruano, AMLO anunció que arribaría al Perú el 14 de diciembre para cederle la posta a Castillo Terrones. Pero esa visita no fue posible porque una semana antes, específicamente el miércoles 7, el exjefe de Estado ordenó la disolución del Congreso y la restructuración del sistema judicial, un acto que le costaría que sea vacado por el Congreso y, posteriormente, detenido por su intento de golpe de Estado.
Desde la detención de Castillo Terrones, quien actualmente cumple prisión preventiva en el penal de Barbadillo (Ate), AMLO respaldó en reiteradas ocasiones al exmandatario, además de criticar al actual Gobierno de Dina Boluarte, al que califica de “espurio [ilegítimo]”, y otorgar asilo político a la familia de Castillo.
Las constantes declaraciones de López Obrador, que han sido tipificadas como injerencia en los asuntos internos del país, ocasionaron que la Cancillería peruana expulsara del país al embajador de México en Perú, Pablo Monroy.
El viernes 17 de febrero, el mandatario mexicano caldeó los ánimos al anunciar que no entregaría la presidencia pro témpore al Perú. Un día antes, la presidenta Dina Boluarte remarcó que al país le correspondía ejercer la presidencia del bloque desde enero, por eso denunció la posición que ha adoptado su homólogo de México, quien anunció que pedirá la opinión del Grupo de Río.
“Estamos viendo la manera de entregar la presidencia que le correspondía al Perú, pero cuando se iba a llevar a cabo la reunión no le permitieron al presidente salir. Luego, íbamos nosotros a visitar Perú y lo detuvieron [a Pedro Castillo], por esto que yo considero un golpe de Estado técnico, aunque también se ha utilizado a la policía. Creo que es un golpe ilegal, arbitrario y antidemocrático. No se respetó la voluntad del pueblo de Perú”, dijo AMLO.
¿México está obligado a entregar la presidencia pro témpore al Perú?
En entrevista con RPP Noticias, los internacionalistas Paul Saavedra y Óscar Vidarte coincidieron en que, técnica y jurídicamente, sí le corresponde a México ceder al Perú la presidencia pro témpore de la Alianza del Pacífico.
Al hacer énfasis en el artículo 7 del acuerdo marco de la Alianza del Pacífico, respecto a la presidencia pro témpore, Saavedra afirmó que el régimen de AMLO tiene la obligación de entregar la presidencia del bloque.
“Pese a ser un acuerdo no vinculante, las partes tienen la buena voluntad de cumplir los artículos del acuerdo y México ha adoptado una postura contraria sin un sustento válido, pues Dina Boluarte es la jefa de Estado y su toma de mando se realizó siguiendo el orden constitucional”, comentó.
A su turno, Vidarte comentó que la presidencia pro témpore de la Alianza del Pacífico implica que el Perú adquiera un “papel de liderazgo” para impulsar determinadas políticas al interior del bloque.
“Es un momento en el cual el país puede demostrar su posicionamiento internacional, ¿por qué? Porque la presidencia pro témpore comienza a jugar un papel fundamental porque tiene que articular, promover las reuniones, llevar a cabo toda la dinámica propia de las reuniones entre los países, que no solamente son reuniones de presidente, sino múltiples reuniones y espacios de negociación en múltiples temas”, comentó Óscar Vidarte.
Así, el especialista en Relaciones Internacionales reiteró que, jurídicamente, le corresponde al país presidir la Alianza del Pacífico, porque es un derecho establecido en el acuerdo marco.
“[¿México está obligado?] En principio, se entendería que sí porque es un derecho del Perú. Cuando uno ve el Acuerdo Marco, todos los países tienen derecho de, una vez cada cuatro años, tener la presidencia pro témpore rotativa”, precisó.
No obstante, Vidarte dijo que México, junto a Chile y Colombia, podría citar el artículo 2 del acuerdo marco, que establece – entre sus puntos – la garantía de los derechos humanos como uno de los requisitos para la participación en la Alianza del Pacífico, para justificar su posición.
“Por donde va México es en cuestionar a Perú en materia de democracia y derechos humanos […]. Al margen del derecho que tiene Perú, se podría usar otros mecanismos propios de la Alianza del Pacífico para afectar los intereses del Perú, ese escenario sería muy negativo para la política exterior peruana”, aseveró.
En esa misma línea también se pronunció Stephanie Henaro, experta en geopolítica y columnista mexicana del periódico El Economista, al afirmar que la decisión de AMLO vulnera los tratados establecidos en el acuerdo marco de la Alianza del Pacífico.
“Esta decisión de no entregarle la presidencia a Perú es una violación clara al acuerdo marco de la Alianza del Pacífico. Ahí el presidente (AMLO) está tomando poderes supranacionales, está yendo más allá de las capacidades del organismo para hacer pasar su voluntad. No ha consultado a los otros miembros, pero dice que va a consultar al Grupo de Río, que ha sido sustituido por la CELAC”, sentenció Henaro.
AMLO dice que consultará con el Grupo de Río
Tras decir que no entregará la presidencia pro témpore de la Alianza del Pacífico, el presidente de México anunció que pedirá la opinión del Grupo de Río, un mecanismo de consulta compuesto por Argentina, Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela. No obstante, AMLO desconoce que este foro tuvo su última cumbre en 2010 y fue reemplazado por la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
"Si ellos dicen que entreguemos la presidencia, lo hacemos. Pero sí voy a hacer la consulta, yo no quiero legitimar un golpe de Estado, es contrario a las libertades, los derechos humanos y es antidemocrático", subrayó.
Para el especialista Paul Saavedra, este ha sido un desliz del mandatario de México, “quien no ha tenido la certeza para buscar cuál es el camino más adecuado” para consultar su decisión.
Así también opinó el internacionalista Óscar Vidarte al mencionar que “algunas veces AMLO dice cosas que demuestran su poco conocimiento del derecho internacional y de las relaciones internacionales”.
Pero más enérgica fue la posición del excanciller Luis Gonzales Posada, quien criticó a AMLO por desconocer que el Grupo de Río “ya no existe” porque fue sucedido por la CELAC.
“Pienso que el señor López Obrador, que padece de demencia senil, no sabe qué cosa es la Alianza del Pacífico. Acaba de declarar ayer que va a recurrir al Grupo de Río para consultarle si entrega la secretaría pro témpore del Perú. Él desconoce que el Grupo de Río ya no existe; hace diez años fue desactivado. Me da mucha pena que un presidente mexicano no sepa que el Grupo de Río no existe y siga diciendo disparates”, indicó el exministro.
¿Estamos ante un posible rompimiento de las relaciones diplomáticas con México?
La semana pasada, el exministro de Relaciones Exteriores, Luis Gonzales Posada, planteó la posibilidad de suspender las relaciones diplomáticas con México y reducir el nivel de representatividad a encargado de negocios; es decir, retirar a nuestro embajador de tierras mexicanas.
No obstante, el internacionalista Óscar Vidarte pone paños fríos a este planteamiento y reitera que sería “osado” y “erróneo” romper relaciones diplomáticas con un gigante de la región como lo es México, junto a Brasil. Asimismo, advirtió que sería complicado el funcionamiento de la Alianza del Pacífico si dos de sus estados miembros rompen relaciones.
“Difícilmente vas a realizar algo en la Alianza del Pacífico sin relaciones entre dos de los países miembros. Entonces, creo que para el Perú sería una reacción importante, considerando que México no es cualquier país, sino que es una de las potencias regionales”, sentenció.
“La imagen del Perú está muy deteriorada en los últimos años, con mayor énfasis en los últimos meses, como para romper relaciones con un país importante de la región y aislarnos aún más de la comunidad regional. Eso es muy osado y es un error”, agregó.
Por su parte, el especialista Paul Saavedra reiteró que no hay “elementos suficientes” para hablar de una ruptura de relaciones diplomáticas, pues solo se trata de la posición de AMLO de politizar la Alianza del Pacífico, mas no de una política exterior emprendida por el Gobierno mexicano en su conjunto.
¿Qué puede hacer el Gobierno peruano a través de su Cancillería?
Óscar Vidarte reitera que las relaciones con Colombia, Chile y México no están en su mejor momento, por los comentarios que han tenido los mandatarios de estos países sobre la situación en el Perú.
Por eso, el internacionalista consideró que el Gobierno peruano, a través de su Cancillería, debe continuar apelando el diálogo para generar un escenario de transición con los tres países miembros ante la negativa de México.
Justamente, el Ministerio de Relaciones Exteriores le ha pedido a AMLO entregar la presidencia pro témpore de la Alianza del Pacífico.
“Más que seguir enviando cartas, lo que el Perú debe hacer es hablar con Colombia y Chile, porque el problema es que el diálogo con ambos países está bastante desmejorado; no es solo cuestión de México”, sugirió Vidarte.
Mientras tanto, el licenciado en Relaciones Internacionales, Paul Saavedra, también insistió en la necesidad de buscar un diálogo abierto para “tener una solución lo más pronto posible”.
“No existen antecedentes dentro de la Alianza del Pacífico para un curso de acción, pero lo más probable es que dentro de la Cancillería estén evaluando las opciones. Imagino que habrá constante comunicación entre los miembros, porque la presidencia pro témpore no solo afecta al país, sino a las comisiones técnicas del bloque”, finiquitó.
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