Rocío Silva Santisteban, titular de la CNDDHH, invocó al Gobierno que el tema indígena no se oculte; al contrario, hay que ubicarlas, dijo, en el centro de debate.
En América Latina habitan más de 400 pueblos indígenas. Se estima que viven 46 millones en la región. De acuerdo con las cifras del Censo de Población y Vivienda 2007 del INEI, la población indígena en el Perú asciende a más de cuatro millones de habitantes.
Los indígenas de nuestro país son la cara más expresiva de la pobreza. El 75% de ellos perciben ingresos menores a dos dólares diarios. Esta condición socioeconómica demuestra, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que ser indígena equivale a ser pobre.
La secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), Rocío Silva Santisteban, subraya que “la población indígena ha sido maltratada y ninguneada desde la época virreinal”. Este cuadro de injusticia histórica es subproducto —indica la activista en una entrevista ofrecida a RPP Noticias— de un modelo de desarrollo basado en el neoextractivismo.
La autora de "Ese oficio no me gusta" explica que el neoextractivismo orienta la economía hacia actividades de explotación de la naturaleza para la obtención de recursos dirigidos a la exportación. “Este modelo de exportación de materias primas se agota demasiado rápido”, advierte. En los hechos, afirma también la poeta peruana, las actividades extractivas generan efectos desequilibrantes en materia socioambiental.
El Latinobarómetro 2011, capta que hay elevados niveles de percepción de la existencia de discriminación racial en varios países de la región. El 39 por ciento de los peruanos, según ese estudio, cree que son discriminados por raza. Al respecto, la también docente universitaria refiere que los grandes problemas que afectan a las comunidades indígenas no podrán superarse si no se enfrenta esta indiscriminación inadmisible.
Silva Santisteban recordó, a la vez, la expresión que lanzó el expresidente Alan García Pérez en contra de los pueblos originarios, a quienes calificó de “perro del hortelano”. “El perro del hortelano fue percibido, desde los pueblos indígenas, como lo más excluyente e insultante”, apuntó.
“Este gobierno (que preside Ollanta Humala), sigue el piloto automático del perro del hortelano”, manifiesta más adelante la escritora.
En otro momento, la titular de la CNDDHH cuestionó al mandatario de la República por desconocer la existencia de pueblos indígenas en los Andes. “Es absolutamente absurdo que el presidente Humala Tasso diga que los únicos pueblos verdaderamente indígenas son los nativos y los nativos no contactados”, mencionó enérgica.
“Lo nativos no contactados están saliendo de los espacios de la selva virgen, porque están siendo cercados por este Estado que está planteando todo un paradigma de desarrollo en beneficio de las grandes empresas extractivas”, asegura.
Rocío Silva sostiene, además, que la política de inclusión social que ha emprendido el Ejecutivo se fundamenta “en el paradigma del hombre blanco occidental”. Este “modelo sesgado”, dice, supone, por un lado, el consumo ilimitado e irracional y, por otro, erosiona la relación entre el hombre y la naturaleza.
“Tenemos que ampliar la visión de los modelos de desarrollo. Y, uno que plantean los pueblos indígenas es ese vínculo directo con la tierra, que es algo que el mundo urbano ha perdido”, comenta.
Sobre el particular, organismos internacionales, entre ellos la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), alertan que los patrones de desarrollo de muchos países de esta parte del mundo ponen en peligro las instituciones culturales de los pueblos indígenas.
La ONU calcula que, actualmente, existen a escala global entre 6 mil y 7 mil lenguas. Cerca del 97% de la población mundial habla el 4% de los idiomas, mientras que sólo un 3% habla el 96% restante. No obstante, cerca del 90% de los idiomas podría literalmente desaparecer en los próximos 100 años a causa de la exclusión y la discriminación por parte de los Estados y sus autoridades.
“Los Estados y los Gobiernos tienen que entender que somos una población heterogénea; y que por lo tanto, se tiene que legislar y concebir políticas públicas desde esa perspectiva”, opina la defensora de los derechos humanos.
Rocío Silva Santisteban invocó a los partidos políticos y al Gobierno que el tema indígena no se oculte; al contrario, hay que ubicarlas —dijo— en el centro de debate y encararlas a través de políticas públicas concretas.
Escribe: Oswaldo Palacios
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