Conferencia Episcopal Peruana lamentó la difícil situación que atraviesa el país por la inseguridad ciudadana y remarcó que los reclamos del sector del transporte nacen del "sufrimiento cotidiano y del miedo a perder la vida".
La Conferencia Episcopal Peruana pidió al Gobierno y a las autoridades competentes "escuchar con apertura y responsabilidad" a los transportistas, que exigen mayor seguridad y el fin de la violencia generada por el sicariato y la extorsión.
En un comunicado, la institución lamentó la difícil situación que atraviesa el país por la inseguridad ciudadana y remarcó que los reclamos del sector del transporte nacen del "sufrimiento cotidiano y del miedo a perder la vida".
"Invocamos a todos los peruanos a unirse, más allá de las diferencias políticas o sociales, en un compromiso común por la paz, el respeto a la vida y la dignidad de cada persona. No podemos acostumbrarnos a vivir en medio del temor y la violencia. Las muertes deben parar. Todos juntos debemos construir la paz", añadió.
En horas de la mañana de este lunes, el cardenal Carlos Castillo dijo que las protestas de los transportistas se producen "porque se siente abandono" y "que no hay respuestas suficientes por parte de las personas o los encargados y responsables".
"Una sola vida requiere inmediatamente una llamada de atención, un intento de hacer algo", dijo en una entrevista con RPP.
Castillo refirió que los peruanos afrontan actualmente "una situación muy difícil, donde la muerte sella terriblemente sus vidas" y consideró que se debe "ganar en eficiencia para responder a cosas tan graves como los asesinatos".
Un informe del Observatorio del Crimen y la Violencia —una iniciativa del Banco de Ideas Credicorp, el BCP y Capital Humano y Social S.A.— revela que entre enero y agosto de este año se registraron 180 asesinatos de mototaxistas, taxistas, colectiveros y choferes de micros y buses, en algunos casos incluyendo a sus pasajeros. Además, 14 jaladores de pasajeros también fueron víctimas del crimen organizado.