El presidente del Congreso criticó los recientes actos de violencia generados dentro y fuera del Ministerio de Trabajo. Asimismo, informó que días atrás se generó una protesta al interior del Congreso por manifestantes que fueron invitados por dos legisladores.
El presidente del Congreso, Pedro Olaechea, condenó los actos de violencia que se generaron el pasado jueves cuando un grupo de obreros mineros ingresó a la fuerza a la sede del Ministerio de Trabajo, en la avenida Salaverry, en Jesús María, para exigir que se atiendan sus demandas. En las imágenes, enviadas a través del Rotafono, se apreció un violento enfrentamiento con la Policía al momento de intentar dispersar a los manifestantes.
En conferencia de prensa, Olaechea recordó que el pasado 11 de setiembre los congresistas Humberto Morales y Hernando Cevallos hicieron ingresar al Hemiciclo del Congreso, donde se desarrollaba la sesión del Pleno, a 20 trabajadores mineros, pese a no tener autorización, para que desde ese lugar expresaran sus reclamos.
"El vicepresidente Salvador Heresi dispuso que se retiraran y, pese a ello, opusieron resistencia y forcejearon con los auxiliares de seguridad. Uno de ellos resultó con una fuerte contusión y se le da dado descanso médico. Esos sucesos que reprochamos y se tienen que hacer responsables los congresistas que coordinaron los accesos", señaló.
Asimismo, Olaechea indicó que, sin tener conocimiento de este incidente, recibió a los representantes de la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú (FTMMSP), a quienes escuchó y con los que se comprometió a enviar una carta a la ministra de Trabajo, Silvia Cáceres, "para iniciar espacios de conversación".
Sin embargo, el titular del Parlamento lamentó que ese ofrecimiento e invocación al diálogo se vea empañado con los recientes actos de violencia de parte de los trabajadores mineros en las afueras y en uno de los pisos del Ministerio de Trabajo. De igual modo, informó que esta caso será tratado en la próxima Junta de Portavoces.
"Sabemos que asistieron algunos congresistas y estamos pidiendo la información respectiva. El diálogo no puede realizarse con violencia. En el Congreso no podemos avalar violencia de ningún tipo. Lamentablemente no tiene sentido enviar una carta invocando al diálogo cuando un grupo de personas hace desmanes de forma violenta", sentenció.
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