Gabriel Herrera, presidente de la junta de propietarios de la residencial ubicada en el distrito de Asia, aseguró que, entre la fecha en que se hizo el operativo para capturar a Vladimir Cerrón, una de las casas que se negó a ser inspeccionada tenía varios inquilinos que cambiaban "cada 3 días" y que además habría recibido autos con placas estatales fraudulentas.
Congreso
Gabriel Herrera, presidente de la junta de propietarios de la residencial Mikonos, se presentó ante la Comisión de Fiscalización del Congreso.
Gabriel Herrera, presidente de la junta de propietarios de la residencial Mikonos, ubicada en el distrito de Asia, provincia de Cañete, se presentó este martes ante la Comisión de Fiscalización del Congreso y dio detalles sobre el operativo policial que tuvo lugar el pasado 16 de enero para capturar a Vladimir Cerrón que, según reportes de Inteligencia, se encontraba en dicho condominio.
“El martes 16 de enero, aproximadamente a las 21:40, el personal policial de Inteligencia y del grupo SUAT empiezan a ingresar a la playa de Sarapampa, movilizando todos sus vehículos alrededor del condominio Mikonos, cerrando las calles laterales y poniendo personal de seguridad y de guardia sobre el malecón, en la playa (…) Quince minutos después, se acerca el general Arriola a la puerta del condominio, pidiendo el ingreso, refiriendo que venían a buscar a Vladimir Cerrón que estaba dentro del condominio”, sostuvo Herrera.
Como se sabe, el excomandante general de la Policía, Jorge Ángulo, indicó en julio de este año que, según información recibida por el entonces jefe de la DINI, Roger Arista, el prófugo líder de Perú Libre se encontraba en Mikonos, proveniente de Chincha. Sin embargo, Ángulo dijo que el operativo que se realizó el 16 de enero no habría tenido éxito por una filtración de información.
Habría autos con placas del Estado fraudulentas e inquilinos extranjeros
Según Herrera, aquel 16 de enero, un promedio de 80 efectivos policiales ingresaron a la residencial Mikonos durante el operativo. El objetivo era el sector D del condominio donde los reportes de Inteligencia ubicaban a Cerrón Rojas, conforme le indicaron.
"Ingresan aproximadamente 80 efectivos. Nosotros les pedimos que solamente podían estar en los espacios comunes, pero no en las casas hasta que los propietarios nos dieran acceso (...) Ellos tenían mapeado, según lo que me decía el general Arriola, un sector del condominio donde ellos aseguraban tener trianguladas llamadas y evidencias por Inteligencia que habían hecho, porque además del general Arriola estaba el director nacional de Inteligencia, el señor Roger Arista. Ambos me decían el sector D -en el condominio hay 4 sectores (…)- estaban seguros que estaba en el sector D", sostuvo.
El presidente de la junta de propietarios dio cuenta de 66 casas en ese sector, siendo que uno de ellas "no está construida". De 65 casas habitadas, 63 "dieron permiso voluntariamente para que ingrese el personal que estaba asignado"; pero dos, exactamente las D56 y D22, no accedieron y "pidieron alguna autorización judicial".
Herrera dijo que, "al parecer", la casa D56 tenía inquilinos extranjeros de los cuales, según le habría indicado el personal de Inteligencia policial, "eran cubanos".
"En la casa D56, en ese momento estaba alquilada, eran unos inquilinos. De nacionalidad peruana (es) la persona que alquiló, pero vivía en EE.UU. Al parecer había otros extranjeros dentro de esos inquilinos. Por lo que decía el agente de Inteligencia eran cubanos", sostuvo.
Respecto a la casa D22, Herrera indicó que habían varios inquilinos que cambiaban "cada tres días" y que, entre el 16 y 18 de enero, ese domicilio recibió dos vehículos con placa oficial del Estado que serían "fraudulentas".
"En la casa D22 también había inquilinos, pero ya era multitudinario, cada tres días cambiaban 8 personas. Eso también al agente de Inteligencia le hacía pretender o entender que, en ese movimiento de gente entrando y saliendo, tantas personas, si hubiera alguien escondido ahí, podían estar pasando alimentos, data", refirió.
"Con todo esto, después que hicimos nuestra propia investigación (…), pudimos ver que en esa casa, D22, ingresaron entre el 16 y 18 (de enero) dos vehículos con placa oficial, placa del Estado, así figura en nuestras planillas, pero lamentablemente, cuando quisimos ingresar a la base de datos se Sunarp, las placas no existían, o sea eran placas del Estado, pero fraudulentas", aseguró.
Respecto a los ocupantes de esos vehículos, Herrera dijo que "en un carro ingresaron invitados del propietario y en otro fue el propietario el que entró por un carro del Estado, blindado, con lunas oscuras".
"Los guardias de nuestro condominio no tienen acceso a ingresar a un carro del Estado, no pueden, lamentablemente, interferir sobre él. Esas son las anomalías, pero que pueden haber sido también casualidades porque, debo decir que esto fue 16, 17, 18 (de enero)", remarcó.
El presidente de la junta de propietarios señaló que personal de Inteligencia continuó pendiente del condominio tras el operativo del día 16, pero que fue retirado luego de que el Ejecutivo reemplazó al jefe de la DINI.
"El día 23, el nuevo jefe manda a llamar a todo el personal que estaba asignado a Mikonos. Es decir, el operativo de Mikonos duró desde el 16 que inició, 17 y 18, y que seguían prendidos a estas dos propiedades que el personal de Inteligencia no dejaba de vigilar", señaló.
"El día 23, si mal no recuerdo, los mandan a llamar y se presenta el mismo personal de Seguridad que nosotros ya conocíamos, porque se habían presentado, y nos informan ‘señores, nos vamos a retirar del condominio, nos mandan a llamar de Lima, el operativo se levanta’. Y ese día, 23, quedaban todavía 8 personas de civil dentro del condominio, seguramente estarían alquilando o en otro condominio, la cosa es que se mimetizaban bien, como si fueran veraneantes, y se retiran del condominio (…), se suben en dos vehículos y ya no supimos nada más de seguridad, nunca más", acotó.
¿Hubo posibilidad de que Vladimir Cerrón estuviera en el condominio Mikonos?
El presidente de la Comisión de Fiscalización, Juan Burgos, consultó a Herrera si habría posibilidad de que Vladimir Cerrón hubiera estado en el condominio Mikonos, considerando las medidas de seguridad presentes en dicha residencial. Al respecto, el presidente de la junta de propietarios informó que "nadie" lo vio.
"Nadie, ningún propietario vio a Cerrón en su momento, ningún guardia lo vio, no supimos nunca si estuvo o no estuvo ahí. Si estuvo y salió en alguno de estos carros que tenían chapas fraudulentas no lo sabemos, no tenemos cómo verificarlo", aseguró.
No obstante, dijo que sí había hasta dos maneras de ingresar al condominio sin que esto fuera detectado por los guardias de seguridad: que se camufle e ingrese en la cajuela de algún vehículo o que lo haga por una calle lateral.
"Hay dos alternativas: que alguien se disfrace (...) Puede ser que alguien se camufle, nosotros no revisamos el baúl, la cajuela de un auto, no lo revisamos. Puede ser que alguien venga ahí, no sabemos. Pero después tiene que bajar de la cajuela, ahí lo veríamos bajar, o sea, es obvio que en un baúl nadie va a venir porque cuando abren tiene que bajar y hay cámaras en los estacionamientos que están mirando la situación. La única forma puede ser a través de un disfraz, fingiendo ser otra persona, dando otro nombre y otro DNI", indicó.
"O ingresando por la calle lateral del condominio que es una vía abierta para los pescadores que tiene un trazo de unos 200 metros de largo, entre la Panamericana y la playa; y después caminar por el malecón, acompañado de algún propietario, porque solo no puede ingresar, los guardias que están en el malecón norte o sur, que tienen sus garitas, lo van a divisar. Acompañado de algún propietario esa persona va a la playa, se sienta, camina, empieza a conversar con el propietario, el propietario lo ingresa, puede ser. Pero no tenemos imágenes físicamente de esto ni tampoco data de nuestro personal de que esto sucedió (…), pero hay estas dos alternativas, alguien que lo quiera hacer sin ser visto, podría usar estos mecanismos", puntualizó.
Cabe indicar que Herrera sostuvo que no hay material registrado por las cámaras de seguridad en esos días, ya que "graban 15 días y se van renovando 15 o 20 días aproximadamente, por la capacidad que tienen".
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