En el programa Prueba de Fuego de RPP, el precandidato presidencial por el partido País para Todos, Carlos Álvarez, planteó un gobierno basado en el sentido común, enfocado en combatir la corrupción, la inseguridad y la impunidad.
En el programa Prueba de Fuego de RPP, Carlos Álvarez, precandidato presidencial por el partido País para Todos, habló sobre su visión con miras a las elecciones de 2026. Aunque aún no es candidato oficial, ya que debe pasar por elecciones internas, Álvarez se mostró respetuoso de las normas electorales y aseguró que el proceso se definirá por delegados.
“Hay que esperar las elecciones internas”, afirmó cuando se le preguntó si podía confirmarse su candidatura y desmintió rumores sobre un posible acercamiento con Renovación Popular, aclarando que, aunque tuvo una conversación telefónica con Rafael López Aliaga, no se habló de integración.
“Agradezco el gesto, pero no hubo ninguna aceptación de mi parte. Yo sigo igual en el País para Todos y como ciudadano antes que artista”, señaló.
Álvarez también se desmarcó de ser percibido como un precandidato de derecha, por la coincidencia en varias de sus propuestas con otros partidos de esa línea, por ejemplo, en temas de seguridad y su respaldo a la pena de muerte.
"Yo no soy ni de izquierda, ni de derecha, ni de centro. Ahora todos lo dicen, pero yo lo digo hace mucho tiempo, porque yo creo que un gobernante, quien llega al 2026, debe ser pragmático, instalar un gobierno de sentido común para que los hospitales, las postas médicas tengan sus medicinas, citas a tiempo, que haya seguridad ciudadana, derrotar la ola criminal, bajar 10 puntos de la anemia por año, etcétera. Una educación de calidad también para nuestros niños. No es de derecha ni de izquierda, es sentido común", dijo.
"Nosotros somos pragmáticos, creemos en la democracia, creemos en la inversión privada, creemos en la economía de mercado, la inversión extranjera con sueldos dignos para el país y con contratos extranjeros no leoninos, como pasó con Odebrecht, porque ahí se levantaron la plata por sacos, saquearon el país, saquearon el Estado. La derecha o la izquierda, quién es, ¿tiburón o pirañita? Pero igual roban y la gente está harta de eso. Estamos cansados y yo soy un peruano más indignado", agregó.
El precandidato también abordó su enfrentamiento con el ministro de Justicia, Juan José Santiváñez, a quien calificó de “ministro de interror” por su “gestión desastrosa”, por su desempeñó cuando encabezó el Ministerio del Interior, cargo del que que fue censurado en marzo de este año.
"Me ha vuelto a mencionar, me dice que conmigo no va ni a la esquina. No sabe el favor que me hace el señor ministro de Justicia que no vaya conmigo a la esquina, porque yo jamás iría con usted a la esquina. Y creo que 34 millones de peruanos no irían con usted ni a la esquina", dijo.
Además, criticó el respaldo de la presidenta Dina Boluarte al ministro, sugiriendo un “pacto” que otorga excesivo poder a Santiváñez.
Propuestas en seguridad, lucha contra la corrupción y sistema de justicia
Álvarez identificó la corrupción, la delincuencia y la impunidad como una “triada destructiva” para el Perú.
Propuso medidas drásticas, como la cadena perpetua para delitos graves, incluyendo casos de corrupción que causan muertes, como los relacionados con la pandemia del COVID-19. “225 mil peruanos claman justicia desde sus tumbas”, afirmó, y propueso una “comisión de la verdad” para investigar irregularidades durante la crisis sanitaria.
En materia de seguridad, destacó la necesidad de un modelo peruano, inspirado parcialmente en la gestión de Nayib Bukele en El Salvador, aunque rechazó aspectos autoritarios como la reelección indefinida. “Las dictaduras de derecha y de izquierda nunca son buenas”, dijo.
El precandidato abogó por una reforma del Poder Judicial a través de una comisión multidisciplinaria independiente, con académicos y exmiembros del Tribunal Constitucional.
Criticó la interpretación del artículo 117 de la Constitución por parte del Tribunal Constitucional, que, según él, blinda a la presidenta Boluarte.
“Totalmente estoy en desacuerdo. En ese punto, sí, yo creo que se debe investigar al Presidente”, afirmó, proponiendo incluir delitos de corrupción en dicho artículo.
Álvarez también defendió la salida del Perú del Pacto de San José y de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a la que calificó de “ideologizada” y de fallar sistemáticamente contra el Estado. Aunque dijo que podría optarse por una permanencia "con restricciones como lo tiene Chile"