Este 5 de abril se cumple un nuevo aniversario del autogolpe, medida de la que el indultado expresidente que nunca se ha arrepentido.
Fue la medida que marcó el régimen de Alberto Fujimori. La noche del 5 de abril de 1992, de manera sorpresiva para la mayoría de peruanos, el entonces presidente puso fin a doce años de continuidad democrática al tomar el control del Congreso, el Poder Judicial y la mayoría de instituciones públicas.
Mientras el discurso era transmitido por televisión, tropas del Ejército, de la Marina y de la Fuerza Aérea llegaron a las instituciones intervenidas para tener el control completo de ellas. En las horas siguientes, el presidente de la Cámara de Diputados, Roberto Martínez del Villar, fue detenido en su propia casa y en el Colegio de Abogados, también rodeado por militares, el decano Raúl Ferrero fue agredido por soldados que le impedían el paso.
Pese a la resistencia de parlamentarios de oposición, el Congreso fue disuelto y posteriormente se convocó a elecciones para la formación de un Congreso Constituyente. La medida fue utilizada para que Fujimori consiga la reelección en 1995 y el 2000, pero su régimen acabó abruptamente tras la difusión de los vladivideos que registraron sobornos y otros actos de corrupción.
Veintiséis años después, el autogolpe del 5 de abril continúa siendo una de las decisiones que ha perseguido al fujimorismo y que vuelve al debate en cada elección presidencial. Esto llevó a Keiko Fujimori, durante su fallida campaña presidencial del 2016, a prometer que no repetiría una medida similar.
A pesar de las críticas, Alberto Fujimori nunca renegó de su medida. En cada aniversario, justifica su autogolpe al argumentar que "para hacer tortillas hay que romper huevos" y que "alguien tenía que hacerlo".
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