Alan García pudo postular a la presidencia en 2001, luego de que los supuestos delitos de enriquecimiento ilícito y sobornos en su contra, prescribieran.
Si el juez no emite un fallo contra un acusado en el plazo fijado por la ley, el delito prescribe. Es así que esta figura del derecho es un plazo razonable, que se da para perseguir y juzgar un delito. Este plazo es muy importante para garantizar el debido proceso en un caso penal.
Un delito no puede ser perseguido por siempre, por ello existe un tiempo que sirve como garantía constitucional. Es así que se puede perseguir un delito siempre y cuando este no haya prescrito.
El proceso. En los artículos 80 y 83 del Código Penal, se explica que el plazo de prescripción puede ser de dos tipos: ordinario y extraordinario.
Supongamos que un delito tiene una sanción de 10 años. Entonces el plazo de prescripción ordinaria es de 10 años, contando desde el día en que se realizó el delito. Si un fiscal plantea una denuncia durante esos años, empezaría a operar el plazo extraordinario, que supone la mitad del tiempo del plazo ordinario, esto es cinco años. Por lo tanto, hay 15 años en los que se puede realizar la investigación. Si durante ese periodo no se comprueba la realización del delito, entonces prescribe.
Caso Alan García. La Corte Suprema de Justicia del Perú declaró en 2001 la prescripción de los supuestos delitos de enriquecimiento ilícito y soborno atribuidos al ex presidente Alan García Pérez.
De este modo, el dos veces presidente de la República tuvo todo listo para que regrese sin problemas al Perú, después de haber estado ocho años y nueve meses en el exilio.
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