La gigante tecnológica advierte que recurrirá al presidente estadounidense si la UE continúa con lo que considera un trato discriminatorio en sus regulaciones digitales.
Meta elevó la tensión en su relación con la Unión Europea al advertir que podría solicitar la intervención del presidente Donald Trump si considera que las regulaciones digitales del bloque discriminan específicamente a sus productos. La declaración, realizada en la Conferencia de Seguridad de Múnich, marca un nuevo capítulo en la creciente disputa entre las tecnológicas estadounidenses y los reguladores europeos.
Joel Kaplan, director de políticas globales de Meta y estratega republicano de larga trayectoria, dejó clara la posición de la empresa durante su participación en un panel en la capital bávara. "Cuando las empresas son tratadas de manera diferente y discriminatoria, esto debe ser señalado al gobierno de origen de la compañía", afirmó Kaplan en respuesta a una pregunta de Stephanie Flanders, jefa de economía y gobierno de Bloomberg.
La tensión surge en un momento particularmente delicado para las relaciones transatlánticas. Meta, propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, ya ha acumulado multas por más de 2 mil millones de euros por infracciones a las normativas antimonopolio y de protección de datos de la UE. Además, la empresa enfrenta una investigación bajo la Ley de Servicios Digitales europea, que podría resultar en sanciones de hasta el 6% de sus ingresos globales anuales.
Tensiones que involucran a Donald Trump
El momento de estas declaraciones no es casual. Trump ya había puesto el tema de las multas europeas a empresas tecnológicas en su agenda comercial durante el Foro Económico Mundial en Davos, donde caracterizó estas medidas como una "forma de tributación". La posición de Meta encuentra eco en la administración Trump, con el vicepresidente JD Vance criticando duramente las regulaciones europeas sobre redes sociales, considerándolas un mecanismo para suprimir la libertad de expresión.
La respuesta europea no se hizo esperar. El canciller alemán Olaf Scholz calificó estas intervenciones como una intromisión inaceptable en el proceso democrático del país, especialmente considerando la proximidad de las elecciones y las referencias a partidos de extrema derecha como Alternative für Deutschland (AfD).
Kaplan, quien reemplazó a Nick Clegg en enero como responsable de asuntos globales de Meta, enfatizó que la empresa está comprometida a operar dentro del marco legal europeo, pero no dudará en señalar cuando considere que recibe un trato injusto. También advirtió sobre el impacto negativo de las regulaciones europeas en la competitividad digital del bloque, sugiriendo que medir el éxito del régimen regulatorio por el número y tamaño de las multas pone a la economía europea en una "tremenda desventaja".
El conflicto se intensifica mientras Meta también señala su probable negativa a adherirse a un código de conducta que la UE está preparando para proveedores de modelos avanzados de inteligencia artificial, agregando otra capa de complejidad a esta disputa tecnológica transatlántica que amenaza con escalar a niveles diplomáticos más altos.
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