Un innovador implante de retina promete mejorar la vida de millones de personas con pérdida de visión severa. Science Corporation y su ensayo clínico abren un nuevo capítulo en la lucha contra la ceguera.
En septiembre, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) otorgó a Neuralink, la compañía de neurotecnología fundada por Elon Musk, la designación de "dispositivo innovador" para su proyecto experimental Blindsight, el cual promete restaurar la vista a personas que la han perdido.
A pesar del notable impacto de Elon Musk en el ámbito de la innovación, su protagonismo a menudo eclipsa a otras empresas en el sector. Un claro ejemplo es Science Corporation, que desarrolla implantes diseñados para conectar el cerebro con ordenadores y está liderada por Max Hodak, ex presidente de Neuralink.
Recientemente, Science Corporation presentó los resultados preliminares de su implante de retina, denominado ‘PRIMA’, que ha permitido a personas ciegas recuperar la vista. Este innovador dispositivo logró restablecer la visión en pacientes que habían perdido su campo visual central, lo que les impedía leer y reconocer caras.
"Hasta donde yo sé, es la primera vez que se ha demostrado de forma definitiva la recuperación de la capacidad de leer con fluidez en pacientes ciegos. Esto representa un enorme punto de inflexión para el campo y estamos muy emocionados de llevar esta importante tecnología al mercado en los próximos años", mencionó el CEO de Science.
Funcionamiento del implante PRIMA
El implante se basa en un sistema que combina un dispositivo quirúrgico con tecnología de captura visual. En primer lugar, se coloca un diminuto sistema de estimulación fotovoltaica, este es implantado debajo de la retina. Este chip cuenta con 378 píxeles que, alimentados por luz, funcionan de manera similar a un pequeño panel solar.
En segundo lugar, un par de gafas especiales equipadas con un proyector incorporado captura información visual y emite patrones de luz infrarroja hacia el chip implantado. Este proceso imita la visión natural: el chip convierte la luz infrarroja en pulsos eléctricos que son enviados al cerebro, donde se interpretan como imágenes.
Resultados de los estudios
El ensayo clínico PRIMA, denominado PRIMAvera (NCT04676854), contó con la participación de 38 personas que sufren atrofia geográfica (AG), la cual es una forma avanzada de degeneración macular seca relacionada con la edad (DMRE) en la que la zona central de la retina, y por lo tanto la visión del paciente, se ha deteriorado.
Al inicio del estudio, los participantes tenían una agudeza visual promedio de 20/450. Para entender esto en contexto, la visión normal se considera 20/20. Esto significa que alguien con 20/20 puede ver claramente un objeto a 20 pies de distancia (unos 6 metros), en cambio, una persona con una visión de 20/450 necesitaría acercarse hasta 20 pies para distinguir un objeto que alguien con visión normal podría ver con claridad a 450 pies de distancia.
Tras un año de tratamiento, 32 de los 38 participantes continuaron en el estudio, y se observaron resultados prometedores. En promedio, los pacientes mejoraron su agudeza visual de 20/450 a 20/160, además, algunos pacientes alcanzaron una agudeza visual de 20/63, gracias a la función de zoom incluida en las gafas PRIMA.
Max Hodak espera llevar esta tecnología al mercado en los próximos años, considerando el gran número de personas que podrían beneficiarse de PRIMA. Solo en EE.UU, alrededor de un millón de personas padecen atrofia geográfica y cada año se diagnostican unos 160,000 nuevos casos. A nivel mundial, esta cifra supera los 8 millones, afectando sobre todo a personas mayores y con antecedentes familiares de degeneración macular.
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