El mercado de criptomonedas sigue siendo evaluado por comunidades internacionales para su regulación definitiva.
La Comunidad Europea no toma vacaciones este 2023, y tal parece que hay una nueva presa tras forzar a Apple a la eliminación del puerto lightning en el iPhone. Ahora, y como parte de una estrategia continental para preservar la eficiencia energética, Europa busca prohibir el minado de criptomonedas.
De acuerdo con un comunicado compartido por representantes europeos, el objetivo de este enfoque es la posibilidad de transformar los sistemas de energía para hacerlos eficientes y que sean una evidencia del paso a políticas más “verdes”.
“El objetivo es hacer que nuestro sistema energético sea más eficiente y esté preparado para aumentar la cuota de las fuentes de energía renovables. Para ello, necesitamos soluciones digitales más innovadoras y una red mucho más inteligente e interactiva que la actual. El Plan de Acción de hoy ayudará a liberar el potencial de la digitalización del sector energético y el importante ahorro de energía que puede suponer, beneficiando a todos los consumidores", señaló Kadri Simson. Comisionado de energía de la UE.
El minado de criptomonedas, Bitcoin y Ethereum
Por su naturaleza, la extracción de bitcoin requiere un poder computacional activo permanentemente para generar una ganancia a quien sea capaz de resolver ese proceso y designarle un monto de criptoactivos extraídos. Esto ha provocado que miles de personas construyan sus propias “granjas” para el minado de criptomonedas y, con ello, el consumo energético se haya disparado.
Hace unas semanas, Ethereum dio un salto tecnológico enfocado en la eficiencia energética bajo el nombre “The Merge”, una condición que la aleja del poder computacional que requiere el bitcoin para el minado. Esta tecnología ha sido respaldada por la UE, en lugar del mining colectivo e indiscriminado.
El estudio europeo señala que el minado de criptomonedas supone el 0.4% del consumo global de electricidad. El segmento de tecnologías de la información y comunicación consume un 7% de la energía global en 2022, y se pronostica un incremento de hasta el 13% en 2030.
La UE y el minado de bitcoin
El comunicado establece ciertos compromisos que Europa busca alcanzar con esta primera gran mirada a la actividad de extracción de criptomonedas:
Ayudar a los consumidores a aumentar el control sobre su uso de la energía y sus facturas a través de nuevas herramientas y servicios digitales, con un sólido marco de gobernanza para un espacio común europeo de datos energéticos
Controlar el consumo de energía del sector de las TIC, entre otras cosas mediante un sistema de etiquetado medioambiental para los centros de datos, una etiqueta energética para los ordenadores, medidas para aumentar la transparencia del consumo de energía de los servicios de telecomunicaciones y una etiqueta de eficiencia energética para las cadenas de bloques;
El refuerzo de la ciberseguridad de las redes de energía mediante una nueva legislación que incluya un Código de Red para los aspectos de ciberseguridad de los flujos eléctricos transfronterizos en el marco del Reglamento de la UE sobre la electricidad y la Recomendación del Consejo para mejorar la resiliencia de las infraestructuras críticas.
Etiqueta para las blockchains
El proyecto busca establecer certificaciones a buenas prácticas energéticas. En el Q&A compartido en el comunicado, la representación europea señala que el consumo energético para la extracción de criptodivisas se ha incrementado en un 900% durante los últimos 5 años. Esto ha forzado a la UE a compartir medidas extremas, mientras enfrenta una crisis energética agravada por la invasión rusa en Ucrania y la tensa relación comercial entre el gobierno de Putin y Europa.
“En caso de que sea necesario un corte de carga en los sistemas eléctricos, los Estados miembros también deben estar preparados para detener la minería de criptoactivos”, menciona el documento. “Además, la Comisión también cooperará a nivel internacional y aprovechará los conocimientos técnicos de los organismos de normalización para desarrollar una etiqueta de eficiencia energética para el blockchain”.
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