Tras conocerse que Huawei se está quedando sin capacidad para la producción de chipsets Kirin de alta gama, la firma Qualcomm intenta convencer al gobierno de Estados Unidos para levantar parcialmente el veto a la firma china y ofrecerle procesadores.
Huawei está corriendo contra el tiempo, mientras crecen las limitaciones dentro de la compañía y las presiones por fuera. El veto parcial impuesto por Estados Unidos bloquea los acuerdos comerciales que la firma puede establecer con empresas estadounidenses, mientras lidia con serias limitaciones para la producción interna de sus procesadores Kirin y el ensamble de sus futuros smartphones, como el Mate 40 y otros bajo esta arquitectura. Sin embargo, este veto no solo afecta a la marca china, sino también a empresas como Qualcomm, la gigante de los procesadores móviles.
De acuerdo con el Wall Street Journal, la firma de chipsets Snapdragon intenta convencer a la administración de Donald Trump para que les permita ofrecer su catálogo a Huawei, debido a que el veto establecido impide relación comercial entre ambas compañías. Este bloqueo provocaría que, ante la imposibilidad de seguir construyendo sus propios componentes, Huawei busque las soluciones de firmas fuera de Estados Unidos, como MediaTek o Exynos de Samsung.
Debido a esta imposibilidad, Qualcomm perdería ingresos por hasta 8 mil millones de dólares al año, y también pondría en riesgo la posición estadounidense en la carrera por el 5G: “Si Qualcomm está sujeto a licencias de exportación, pero sus competidores extranjeros no lo están, la política del Gobierno de Estados Unidos provocará un cambio rápido en la participación de mercado de chipsets 5G en China y más allá”, ha afirmado Qualcomm al medio.
Hasta antes del bloqueo, Huawei encargaba la confección de sus procesadores Kirin a TSMC, la megacompañía que también se encarga de la producción en masa de Intel, Nvidia, AMD y Apple, entre otras marcas. Este 2020, el gobierno de Estados Unidos bloqueó las negociaciones de Huawei con TSMC, lo que motivó a la firma china a buscar otro socio estratégico para la confección de su arquitectura de 7 nanómetros. De momento, Huawei no ha logrado encontrar un proveedor similar fuera de Estados Unidos.
“Esta es una gran pérdida para nosotros”, mencionó Richard Yu, CEO de Huawei CBG, tras anunciar el cese de estas actividades. “Desafortunadamente, en la segunda ronda de sanciones estadounidenses, nuestros productores de chips solo aceptaron pedidos hasta el 15 de mayo. La producción se cerrará el 15 de septiembre. Este año puede ser la última generación de chips de gama alta Huawei Kirin”.
El argumento clave de Qualcomm para convencer a la administración Trump es el dinero que Estados Unidos dejará de recibir cuando Huawei apueste por marcas foráneas al momento de solicitar componentes. Con este bloqueo Qualcomm deberá solicitar un pedido al Departamento de Comercio para retomar actividades comerciales con la empresa china, que está a punto de presentar la nueva generación de procesadores Kirin en setiembre, previo al lanzamiento del esperado Mate 40.
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