El furor de Pokémon Go también se vivió entre las tropas desplegadas en Afganistán.
El retiro de las fuerzas militares de Estados Unidos en Afganistán ha aliviado a muchos soldados, que dejan el país tras años, pero también ha causado ansiedad entre los jugadores de Pokémon Go.
La base de Bagram, al este de Afganistán, es un ejemplo. Todas las fuerzas estadounidenses han dejado Bagram, pero algunos de sus Pokémon aún cuidan los gimnasios en el juego de realidad aumentada.
“No esperábamos que Pokémon Go tenga éxito en Bagram, pero sí lo tuvo”, reflexionó un técnico de helicópteros de ataque fiel al juego a Stars and Stripes.
Además de brindar la posibilidad de encontrar Pokémon exclusivos de la región, el juego servía para que las tropas socialicen.
Algunos soldados falsean su ubicación GPS para “mantenerse en guardia”, pero parece que tarde o temprano Estados Unidos también perderá terreno en Bagram en el mundo virtual.
La retirada
Los gimnasios de Pokémon Go que antes eran disputados entre las tropas ahora están a la merced de jugadores locales.
Pokémon de bajo nivel cuidan las posiciones remanentes y los soldados asumen que pronto serán tomados.
“Estoy seguro que en algún lugar de Afganistán, un niño está presumiendo haber tomado el control de un gimnasio Pokémon estadounidense”, indicó el capitán John Sutter, que sirvió en Afganistán como parte de la Guardia Nacional de Alaska.
Hay pocas esperanzas sobre el futuro de Afganistán entre las tropas estadounidenses, pero los jugadores esperan recuperar algún día sus posiciones, ya no como soldados. “Tal vez en 20 años pueda ir en motocicleta y reclamar el gimnasio Pokémon de nuevo”, expresó Sutter.
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