El último episodio del famoso anime se centró en el sacrificio de un querido personaje, y en el pasado del monstruoso defensor del Universo 11.
Semana tras semana, Dragon Ball Super sigue manteniendo en vilo a millones de personas en el mundo. El estreno del episodio 127 dejó a los tres guerreros más poderoso del Universo 7 (Gokú, Vegeta y el Androide 17) contra el temible Jiren, quien al fin decide revelar su verdadero poder al ser el único de Universo 11 en la arena.
ALERTA SPOILER: Si no estás al día, no sigas leyendo el siguiente texto.
El líder de ls Tropas del Orgullo arde en un halo rojizo, muy similar al de Gokú en su nivel Super Saiyan God, con el que demuestra toda la fuerza que tenía escondida y que no dudará en exterminar a sus rivales.
Vegeta, quien se recupera rápidamente luego de la gran explosión de energía que venció a Toppo asume la forma de Super Saiyan Blue, Gokú hace lo mismo con el power up del Kaioken y Número 17, con su energía ilimitada, se une al ataque.
Pero Jiren es más poderoso de lo que ellos imaginan y nisiquiera consiguen tocarlo. Vegeta está a punto de ser contratacado por Jiren, a quien su Final Flash no le hace nada, pero aparece quien se convertiría en el gran héroe del episodio: Número 17 llega con velocidad, empuja a Vegeta a un lado y recibe un brutal golpe directo del sobreviviente del Universo 11.
El orgullo de Vegeta no le permite dejarse ayudar por el cuñado de Krillin, y emprende el ataque. Gokú se suma a la lucha. Ninguno de los dos tiene mayores éxitos, y un fuerte golpe del Príncipe Saiyajin se gana el respeto de Jiren. "Das buenos puñetazos. No me sorprende que hayas vencido a Toppo, ¡pero no podrás vencerme a mí!", dice antes de asestarle un puño resplandeciente que le llega hasta las entrañas.
Ni siquiera el Kame-Hame-Ha de Gokú puede dañarlo. Jiren responde con un puñetazo ascendente que destruye la emblemática técnica de Gokú y lo manda a volar por los aires, desapareciendo de inmediato su transformación Super Saiyan Blue.
Cuando intenta acercarse para rematar a Gokú, Número 17 aparece de sorpresa y le lanza un fuerte ataque de energía por la espalda, sorprendiendo a Jiren. La explosión daña al androide pero le provoca el primer rasguño al líder de las Tropas del Orgullo. ¡Menudo trofeo del que podrá presumir el intrépido androide!
La arremetida de Número 17 le da una idea a Gokú: si pueden lanzarle un gran ataque mientras está distraído, quizás podrían vencerlo. Gokú y Vegeta irán como distracción y Número 17 será el encargado de lanzar el gran ataque de energía decisivo. Los guerreros se ponen en guardia y deciden atacar con todo. Pero la estrategia se desmorona rápidamente. Jiren es invencible.
Decidido a vengarse por el rasguño sorpresivo, Jiren coge vuelo para atacar a Número 17, y ambos se enfrentan con ataques de energía. Gokú y Vegeta tratan de ayudar, pero en el cuerpo a cuerpo, Jiren puede repelerlos fácilmente solo con una mano. Así que deciden atacar al mismo tiempo: Vegata con un Final Flash y Gokú con un Kame-Hame-Ha.
Pese al ataque coordinado, Jiren puede protegerse con su propio destello y deja inmovilizados a los héroes del Universo 7. Jiren está decidido a lanzar su ataque final, pero interrumpido por un rabioso Freezer, que no perdona el haber sido vencido de forma tan humillante. El villano decide que no le importan las reglas, y transformado en Golden Freezer, está resuelto a asesinar a Jiren. Sin embargo, su decidido ataque es detenido por Jiren solo con una mirada, y de un golpe lo lanza lejos, dejándolo insconciente.
Quien aún tiene fuerzas para pelear, es el Androide N° 17, quien le lanza una bola de energía como avisándole que no se rendirá. Vermoud, el Dios de la Destrucción del Universo 11 le pregunta a Número 17 por qué desea ganar y él responde que su deseo para las Super Dragon Ball es irse de crucero con su familia. El androide aprovecha en hacerle la pregunta a Jiren, y así descubrimos algo sobre el pasado del líder de las Tropas del Orgullo.
Vermoud decide contar que Jiren de niño fue testigo del asesinato de sus padres por culpa de un villano. Fue salvado por su maestro quien lo entrenó para hacerle frente. Jiren formó parte de un numeroso grupo que enfrentaron a este ser maligno, pero todos murieron menos él. Cuando decidió enfrentarlo de nuevo, no consiguió aliados por lo que se quedó solo. La soledad le demostraron que la única forma de conseguir que los demás lo sigan era siendo el más fuerte de todos.
Número 17 le increpa a Jiren que su deseo es totalmente egoísta y que así no redimirá su pasado, lo que le hace estallar en cólera. El sobreviviente del Universo 11 decide terminar de una vez por todas con sus tres enemigos y lanza una gran bola de energía. Gokú y Vegeta yacen inmóviles por los poderosos ataques de Jiren, y cuando todo parece tener fin, el Androide N° 17 utiliza su famosa cápsula de energía para proteger a los saiyajins.
Ante la mirada atónita de todos sus amigos en gradas, y de Gokú que le pide que se salve y los deje, Número 17 se niega, lanzando una frase que quedará para el recuerdo: "Sacrificarse por otros también es muy humano". De inmediato, y al ver que no podrá soportar más el ataque de Jiren, decide autoexterminarse, provocando una enorme explosión que disuelve el ataque de Jiren.
Gokú y Vegeta, caen ilesos en algún lugar de la plataforma gracias a la barrera de energía que les dio el heroico androide, y con unos minutos de tregua para descansar, vuelven a levantarse con el fin de terminar la batalla de una vez por todas. Vegeta será el primero en dar un paso para el nuevo enfrentamiento contra Jiren, terminando el episodio. Quedan solo 3 minutos para culmine el Torneo de Fuerza.
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