Este 23 de abril se estrena, por Netflix, la tercera y última entrega de "La casa de las flores". La familia De la Mora se despide dándole más importancia que nunca a Paulina de la Mora.
"A ver si la vida ya tiene piedad con esta familia". Esta es la frase con la que Netflix promueve el estreno de la tercera y última temporada de "La casa de las flores", para el 23 de abril. La familia De la Mora se despide mirando al pasado y dándole más importancia que nunca al divertido personaje de Paulina de la Mora.
¿Qué trae el regreso de la comedia negra? El público se reencontrará con una Pau-li-na-de-la-mo-ra (Cecilia Suárez) en la cárcel, en donde además se topa con su archienemiga Jenny Quetzal (Mariana Treviño). Por otro lado, su hermana Elena está embarazada, en coma y con una familia desesperada por saber quién es el papá; también están Julián de la Mora y su pareja Diego, que están por sufrir otro gran terremoto en su relación.
Paralelamente a los dramas del presente, "La casa de las flores" conduce al espectador a finales de la década de los 70, con una joven Virginia de la Mora (muy alejada de la matrona interpretada por Verónica Castro en la primera temporada), que permitira descubrir de dónde viene su amor por la marihuana y el origen al triángulo amoroso que mantenía con Ernesto y Salomón.
LO BUENO
La agencia Efe pudo ver los primeros capítulos de la comedia negra de Netflix. Estos muestran que no hay piedad, ni con los De la Mora, ni con el público.
Y es que después de una segunda entrega en la que Manolo Caro, el creador de "La casa de las flores", pareció distraerse intentando satirizar algunos de los grandes escándalos de México, en los nuevos episodios retorna al tono original de la serie que causó una revolución entre la audiencia de habla hispana.
De lo mejor: Cecilia Suárez que lleva a Paulina a un nuevo nivel en la cárcel y la interpretación de Mariana Treviño, quien se inspiró en el recordado personaje de Catalina Creel ("Cuna de Lobos") para encarnar a Jenni.
LO MALO
El presente "kitsch", lleno de lentejuelas y pelucas, da paso a una realidad carcelaria que parece una versión cabaret de mala muerte de "Vis a Vis" y "Orange Is The New Black". En ese punto la ficción encuentra el primer tropiezo.
Por otro lado, la interpretación de Isabel Burr en el papel de una joven Virginia de la Mora (encarnada por Verónica Castro en la primera temporada) da la sensación de que le quedó grande y cuesta conectar a la joven con la matriarca que dejó una huella tan profunda. Su actuación palidece cuando se la compara con Paulina (Cecilia Suárez).
Tampoco logra cuajar dentro de la historia de "La casa de las flores" el drama de la hermana de María José, el marido transgénero de Paulina.
Sin embargo, esta tercera y última temporada retoma el ritmo ágil de la primera y vuelve a mostrar el don de Manolo Caro por fusionar la crítica social, con los elementos de la telenovela tradicional más un toque de locura.
Y por cierto, que-nos-saluden-al-ca-cas. (EFE)
ESTRENO
Fecha: Jueves 23 de abril.
Plataforma: Netflix.
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