Frente a un edificio federal en Los Ángeles, cientos corearon “Marines váyanse” en rechazo a su presencia en las calles.
La tensión en California no cesa. Este lunes, manifestantes volvieron a concentrarse frente a oficinas federales en el centro de Los Ángeles para exigir la salida inmediata de las tropas federales desplegadas en la ciudad por órdenes del presidente Trump. Al grito de “Marines váyanse”, cientos de personas, en su mayoría jóvenes y miembros de comunidades migrantes, denunciaron lo que consideran una ocupación militar injustificada.
La presencia de la Guardia Nacional y unidades de los Marines ha sido cuestionada desde su llegada a la ciudad, especialmente tras las redadas masivas realizadas por ICE en las últimas semanas. Las protestas, que ya suman más de una decena desde inicios de junio, han sido principalmente pacíficas, aunque con presencia policial reforzada y algunas detenciones.
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Despliegue federal bajo cuestionamiento
La decisión del gobierno federal de enviar tropas militares a Los Ángeles ha encendido alarmas en diversos sectores sociales y políticos. Si bien la administración Trump asegura que la medida busca garantizar la seguridad durante las protestas, críticos argumentan que se trata de una táctica intimidatoria con fines políticos. El despliegue incluye más de 4,000 efectivos distribuidos en puntos estratégicos de la ciudad, principalmente en áreas con alta concentración de inmigrantes.
La escena del lunes fue particularmente simbólica: manifestantes enfrentando a soldados armados, separados solo por vallas metálicas, en el corazón del distrito federal. Organizaciones de derechos humanos han denunciado detenciones arbitrarias y vigilancia excesiva, mientras que algunas autoridades locales se han mostrado reacias a colaborar con las fuerzas federales, generando fricciones entre niveles de gobierno.
El peso simbólico de la protesta latina
Muchos de los manifestantes provienen de familias latinas, y varios portaban banderas de sus países de origen junto a la de EE.UU., en una expresión clara de identidad compartida y demanda de respeto. Las consignas no solo se centraron en el rechazo a la militarización, sino también en el llamado a detener las deportaciones y a impulsar una reforma migratoria integral. La escena reflejó una mezcla de indignación, esperanza y resistencia.
En redes sociales, las imágenes del evento se viralizaron rápidamente bajo etiquetas como #NoALaMilitarización y #LatinosUnidos, mostrando que el mensaje resonó más allá de California. A pesar del despliegue militar, las protestas continúan ganando fuerza y visibilidad en todo EE.UU., posicionándose como un símbolo del descontento de amplios sectores de la población ante el actual enfoque migratorio del país.