Nuevas leyes entran en vigor en Florida tras la firma de Ron DeSantis. Descubre cómo podrían cambiar la vida diaria de millones en el estado en esta nota.
Florida acaba de dar un paso importante que podría cambiar la vida de muchas personas en el estado. El gobernador Ron DeSantis aprobó el 3 de junio tres nuevas leyes que tienen que ver con temas muy cercanos a todos: cómo se construyen y protegen los edificios, cómo se recuperan zonas industriales abandonadas y cómo se mejoran los sistemas de aguas residuales en nuestras comunidades.
Estas nuevas reglas buscan hacer que los servicios que usamos todos los días funcionen mejor y sean más seguros. Además, tienen como objetivo ayudar a cuidar el medioambiente y a preparar las ciudades para el futuro. Para los inmigrantes que viven y trabajan en Florida, estas medidas podrían representar mejoras visibles en sus barrios, menos contaminación y más oportunidades en zonas olvidadas.
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Una de las nuevas leyes, la CS/CS/HB 551, establece reglas más estrictas y claras para los permisos e inspecciones de sistemas contra incendios. A partir de ahora, los municipios deberán cumplir con plazos definidos para emitir estos permisos o, de lo contrario, tendrán que devolver parte del dinero cobrado por el trámite. También se prohíbe solicitar documentos que no estén directamente relacionados con el trabajo aprobado. Para facilitar el proceso, antes de 2026 todos los gobiernos locales deberán tener un sistema de permisos más sencillo y eficiente.
La segunda ley, CS/HB 733, está enfocada en los terrenos industriales contaminados (brownfields). Gracias a esta normativa, se eliminan restricciones que limitaban la participación en programas de rehabilitación ambiental. Se flexibilizan aspectos relacionados con acuerdos legales, beneficios fiscales y medidas de control, lo cual facilitará la reutilización de estos espacios abandonados para proyectos habitacionales, comerciales o comunitarios. En otras palabras, lugares antes inutilizables podrían convertirse en oportunidades para la comunidad.
La tercera ley, HB 1123, pone el foco en algo que muchas veces pasa desapercibido, pero es esencial: el sistema de alcantarillado. Esta normativa permitirá a los municipios usar los ingresos generados por estos sistemas para mejorar la infraestructura y sustituir los antiguos sistemas sépticos. El objetivo es reducir la contaminación de las aguas, proteger la salud pública y fomentar una mayor sostenibilidad ambiental, especialmente en zonas rurales y vulnerables que dependen de estos sistemas.
En conjunto, estas tres leyes reflejan un intento por modernizar aspectos claves del funcionamiento urbano en Florida. Desde la seguridad en las construcciones hasta el cuidado del medioambiente y la salud, las medidas podrían tener un impacto positivo si se implementan con responsabilidad y eficiencia. Para los inmigrantes que han hecho de Florida su hogar, estos cambios representan una señal de que el estado busca avanzar hacia comunidades más seguras, limpias y preparadas para el futuro.
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