La ley HB 1105, firmada por el gobernador Ron DeSantis, entra en vigor en julio de 2025 y busca mejorar la salud mental y el rendimiento escolar.
A partir de agosto de 2025, los estudiantes de primaria y secundaria en Florida deberán dejar sus celulares guardados durante toda la jornada escolar. Así lo establece la ley HB 1105, aprobada recientemente por el gobernador Ron DeSantis y cuyo objetivo principal es mejorar el rendimiento académico y atender los crecientes problemas de salud mental entre los escolares.
La normativa prohíbe el uso de teléfonos móviles en las aulas, con excepciones limitadas y controladas: solo podrán utilizarse si un maestro lo autoriza por fines académicos, o por razones médicas o de emergencia, siguiendo las directrices de cada distrito escolar. Esta decisión expande una regulación ya vigente para los grados superiores y extiende su alcance a estudiantes desde la primaria hasta la secundaria.
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Seis distritos pondrán a prueba la medida
La ley no se limitará a la prohibición. También se implementará un programa piloto en seis distritos escolares seleccionados para evaluar la eficacia de la política. El objetivo es medir si la restricción de celulares contribuye de forma significativa a mejorar la atención, la concentración y el bienestar emocional de los estudiantes. “Como sabemos, los celulares han causado muchos problemas con la salud mental y concentración de nuestros estudiantes”, señaló Roberto Alonso, miembro de la junta escolar de Miami-Dade, en respaldo a la nueva ley.
Padres apoyan los cambios en el uso de tecnología escolar
Familias y tutores han mostrado apoyo a la iniciativa, argumentando que los teléfonos móviles se han convertido en una constante distracción en el aula. En lugares como el condado de Broward, la limitación del uso de celulares ya se aplicaba previamente en todos los niveles escolares. Por su parte, el distrito escolar de Miami-Dade, que promueve el uso responsable de la tecnología con acompañamiento familiar, aún evalúa si participará en el programa piloto.
Con esta medida, Florida se alinea a una tendencia nacional e internacional que busca replantear el rol de los dispositivos móviles en los entornos escolares. La preocupación por el impacto de las redes sociales, la sobreexposición digital y el deterioro de la salud mental entre niños y adolescentes ha llevado a diversos estados y países a adoptar políticas similares. La implementación efectiva y el monitoreo del programa piloto serán clave para determinar el futuro de esta política en el sistema educativo estatal.
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