Esta tradición electoral se remonta al año 1845 y tiene sus bases en los orígenes de este país.
Las elecciones en Estados Unidos no solo son particulares por su estructura, sino por su organización. Por lo general, en varios países del mundo, esta fiesta electoral se realiza los fines de semana, aprovechando que no existe mucha actividad social, pública y privada.
Al margen de ello, el tratamiento legal en Estados Unidos es diferente y por eso es que las elecciones se realizan el primer martes de noviembre. Suena particular la fecha, pero su denominación tiene raíces históricas y legales que son complejas de arraigar. Recordemos que este país conserva sus bases constitucionales desde hace siglos, lo que significa estabilidad a nivel de todos sus poderes.
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En sus inicios, Estados Unidos era un país agrícola. La mayoría de sus pobladores vivía en áreas rurales y trasladarse a sufragar era todo un desafío que podía tomar días. Entonces, los organizadores eligieron un día que no choque con los días de descanso y de libre tránsito, ya que los sábado podrían votar los cristianos pero no los judíos, que celebran su día sagrado (el sabbat), y el domingo al revés.
Otro objetivo que perseguían las autoridades es que exista una gran cantidad de votantes y que el tema del traslado no genere ausentismo.
A pesar que la primera elección presidencial se celebró en 1788, recién se normalizó que sea los primeros martes de noviembre en 1845. Esa fecha, el Congreso de USA aprobó la Ley de Elecciones, estableciendo que las elecciones para miembros de la Cámara de Representantes se celebrarían el primer martes después del primer lunes de noviembre.
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