Millones de votos de ciudadanos estadounidenses en el extranjero han sido bajamente significativos con anterioridad, pero ahora podrían tener un rol decisivo en las elecciones de 2024.
Cada cuatro años, millones de estadounidenses que residen fuera del país envían su voto por correo, esperando que sus elecciones influyan en el futuro político de su nación. Sin embargo, estos votantes desde el extranjero, que suman aproximadamente 2.8 millones según estimaciones del gobierno estadounidense, han pasado mayormente desapercibidos en anteriores elecciones. Alexander Hurst, ciudadano americano y columnista de The Guardian, sostiene que estas elecciones podrían ser diferente: partidos y organizaciones políticas están redoblando esfuerzos para atraer a estos votantes, conscientes del impacto que podrían tener en estados decisivos.
Desde 2020, cuando los votos emitidos desde el extranjero ayudaron a definir los resultados en Georgia y Arizona, las campañas se han intensificado, con estrategias como mensajes en redes sociales y llamadas telefónicas semanales. Estas medidas buscan aprovechar el potencial de los votos de estadounidenses en países como Canadá, Reino Unido, Francia, Israel y Australia. Según Hurst, el interés en estos votantes refleja su capacidad para influir en elecciones donde incluso unos pocos miles de votos pueden marcar la diferencia.
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¿Por qué es tan bajo el índice de votación desde el extranjero?
A pesar del creciente interés, pocos votantes en el extranjero ejercen su derecho. En 2016, solo 633,613 personas votaron desde el exterior, y aunque esta cifra aumentó a 911,614 en 2020, aún representa una fracción mínima de los ciudadanos elegibles. Las barreras logísticas y legales, sumadas a la desconexión con la política interna, dificultan su participación.
Sin embargo, Hurst destaca que los estadounidenses fuera del país aportan una perspectiva única sobre la política nacional, en muchos casos influenciada por los contextos sociales y económicos de sus países de residencia. Este grupo tiende a adoptar visiones más globales y menos aislacionistas, lo cual podría redefinir los resultados de las próximas elecciones.
Video: YouTube | EL PAÍS
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