El alcalde de Nueva York no está de acuerdo con que la ciudad sea un "santuario", como comúnmente se le llama, pero ha dicho que no violará esa ley.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos volverá a estar presente en la cárcel municipal Rikers Island, de Nueva York, según acordó el jueves 13 de febrero el alcalde de la ciudad, Eric Adams, durante su reunión con el zar de la frontera de la administración Trump, Tom Homan.
Su retorno se restablecerá mediante una orden ejecutiva de Adams, según indicó el propio alcalde en un comunicado al finalizar la reunión, tras la cual ninguno hizo comentarios a los medios que aguardaron fuera del edificio federal en Manhattan.
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"Me reuní con Homan y con funcionarios policiales federales para discutir cómo podemos trabajar juntos para eliminar las pandillas de inmigrantes violentos de nuestra ciudad. Ahora estamos trabajando en la implementación de una orden ejecutiva que restablecerá la capacidad de los agentes de ICE para operar en Rikers Island", dijo.
Adams tuvo su segunda reunión con Homan, tras la de diciembre, para discutir asuntos de inmigración. Homan esperaba que durante su encuentro Adams cejara en el cumplimiento de la ley que convirtió a la ciudad en refugio de inmigrantes, según indicaron concejales que se reunieron previamente con el zar.
El alcalde no está de acuerdo con que la ciudad sea un "santuario", como comúnmente se le llama, pero ha dicho que no violará esa ley, y a la vez ha sido firme en que cooperará con ICE en el arresto de inmigrantes con expediente criminal.
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Nueva York: Sobre la prisión Rikers y el próximo papel de ICE
En 2015, el alcalde Bill de Blasio firmó un proyecto que prohibía la presencia de ICE en Rikers, donde se mantenía temporalmente a inmigrantes por petición de la agencia de inmigración. Estos permanecían en prisión durante días, semanas e incluso meses después de sus fechas de liberación programadas mientras investigaban su estatus migratorio.
Sin embargo, según el alcalde, ahora ICE se centraría en ayudar a la oficina de inteligencia correccional en sus investigaciones criminales, en particular aquellas centradas en criminales violentos y pandillas.
Adams recordó que desde 2022 han llegado a la ciudad más de 230 000 inmigrantes y que la crisis humanitaria costó a la ciudad U$D 7.000 millones.
"Por eso he sido claro en que quiero trabajar con la nueva administración federal, no entrar en guerra con ellos, para encontrar puntos comunes y mejorar la vida de los neoyorquinos", reiteró Adams, que ha sido criticado por esa cooperación, sobre todo luego de que el pasado lunes el Departamento de Justicia federal ordenara que se desestimaran los cargos en su contra por corrupción.
El acuerdo de este jueves fue criticado de inmediato por la Coalición de Inmigración, que acusó a Adams de ser "cómplice" de la política de deportaciones masivas del gobierno de Trump a cambio de eliminar los cargos de corrupción.
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