La ola de detenciones migratorias en Estados Unidos no para. Agentes del ICE han arrestado a miles de inmigrantes indocumentados y los están retornando a sus países de origen.
Durante su campaña presidencial, Donald Trump prometió llevar a cabo el programa de deportación más grande en la historia de Estados Unidos, asegurando que su principal objetivo serían los inmigrantes con antecedentes penales o aquellos que hubieran cometido delitos. Pero, ¿qué tan cierta es esta afirmación?
Según el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), el 27 de enero se realizaron 969 arrestos, mientras que el día anterior la cifra alcanzó 1,179 detenciones. Además, el 25 de enero, ICE reportó 956 arrestos. La agencia ha reiterado que sus operativos están dirigidos a inmigrantes con antecedentes criminales que representen una amenaza para la seguridad pública y nacional.
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¿Ser inmigrante indocumentado en Estados Unidos es un delito?
Según la firma legal Dhar Law, “el hecho de estar en Estados Unidos sin la documentación legal correspondiente no constituye, por sí mismo, un delito”. En otras palabras, la presencia irregular en el país no es un crimen federal. Sin embargo, los especialistas advierten que una persona indocumentada podría enfrentar consecuencias legales si reingresa sin permiso tras haber sido deportada o si comete otro tipo de delito.
Aunque los inmigrantes indocumentados no cuentan con los mismos derechos que los ciudadanos o residentes legales, la Constitución de Estados Unidos les otorga ciertas protecciones. Por ejemplo, no pueden ser privados de su libertad o propiedad sin un debido proceso legal, lo que incluye el derecho a una audiencia justa en caso de enfrentar la deportación. También tienen derechos fundamentales, como la protección contra registros e incautaciones irrazonables, el derecho a la educación y la posibilidad de permanecer con su familia en determinadas circunstancias.
Además, las decisiones judiciales y las políticas gubernamentales han establecido que los inmigrantes indocumentados tienen derecho a solicitar ciertos beneficios y protecciones, como los servicios de emergencia, la atención médica en casos urgentes y la educación básica. Si bien el acceso a servicios públicos y programas federales puede estar limitado, los inmigrantes aún pueden acceder a servicios esenciales que garantizan su bienestar y dignidad.
En el ámbito laboral, aunque no pueden obtener ciertos beneficios como la seguridad social o el seguro de desempleo, los inmigrantes indocumentados que trabajan en EE.UU. están sujetos a las mismas leyes laborales que los ciudadanos, lo que les otorga derechos como un salario justo y condiciones laborales adecuadas.
Es importante recordar que, a pesar de estas protecciones, el estatus de inmigrante indocumentado puede generar incertidumbre y dificultades para acceder a servicios y oportunidades. Por esta razón, muchos inmigrantes buscan asesoría legal para explorar opciones que les permitan regularizar su situación y obtener más derechos en el país.
Video: Yotube | DW Español
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