Con el paso del tiempo, los globos aerostáticos en la frontera de Estados Unidos han evolucionado para optimizar su desempeño y cobertura.
El extenso límite territorial entre Estados Unidos y México plantea un desafío logístico para su vigilancia. A pesar del número limitado de agentes fronterizos, el control se mantiene mediante la incorporación de tecnología avanzada, entre la que destacan globos aerostáticos equipados con sofisticados sistemas de monitoreo.
Aunque desde tierra podrían parecer simples adornos los Tethered Aerostat Radar System (TARS) cumplen una función vital. Gracias a su capacidad de observación, estos dispositivos pueden rastrear actividades hasta en un radio de 230 millas, lo que los convierte en una herramienta esencial para la seguridad fronteriza en Estados Unidos.
Te recomendamos
Múltilples funciones en la frontera
Desde los primeros años del siglo XXI, estos globos han servido como radares flotantes, permitiendo a los agentes detectar movimientos sospechosos y el cruce ilegal de personas a través de sistemas de cámaras de alta definición. Operan con tanques de gas y mecanismos que garantizan su permanencia en el aire durante periodos de entre dos semanas y un mes.
Hoy en día, los TARS se han extendido a diversas regiones como Texas, Arizona, Nuevo México, Luisiana y Puerto Rico, convirtiéndose en un recurso clave para el patrullaje fronterizo.
Otro de sus principales objetivos es la identificación de migrantes en peligro en zonas remotas, donde las temperaturas extremas y los terrenos hostiles aumentan los riesgos, estos globos aerostáticos facilitan la detección temprana y la respuesta oportuna de los equipos de rescate.
Créditos: YouTube | @DLA
Comparte esta noticia