Ronald Johnson fue boina verde y ex agente de la CIA, ahora sustituye a Ken Salazar como embajador de EE.UU. en México en un contexto clave para la región.
Ronald Johnson asumió este martes como nuevo embajador de Estados Unidos en México, marcando un giro en el perfil diplomático que la Casa Blanca proyecta hacia la región. Su nombramiento fue formalizado con la presencia del vicepresidente JD Vance como testigo de honor, mientras que el embajador mexicano en Washington, Esteban Moctezuma, confirmó la designación a través de redes sociales.
Con esta decisión, la administración estadounidense reemplaza a Ken Salazar, quien ocupó el cargo durante la gestión de Joe Biden, por una figura de corte más técnico y militar, en un contexto en el que la seguridad y el control migratorio están al centro de la agenda bilateral. La llegada de Johnson se produce justo cuando Donald Trump ha retomado el poder en la Casa Blanca.
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Ronald Johnson, de boina verde a embajador
Ronald Johnson no es un diplomático de carrera. Su hoja de vida está marcada por un largo paso por instituciones militares y de inteligencia de alto nivel en Estados Unidos. Fue boina verde del ejército y luego trabajó más de dos décadas en la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés). Se retiró como coronel en 1998 y desde entonces ha estado vinculado a temas de seguridad estratégica.
Durante la administración Trump, Johnson fue embajador en El Salvador entre 2019 y 2021. Su paso por ese país estuvo caracterizado por una relación cercana con el presidente Nayib Bukele, con quien mantuvo una línea directa de diálogo y colaboración. Esta experiencia regional y su fluidez en español son ahora parte del capital diplomático que pone en juego en su misión en México.
Seguridad fronteriza e inmigración
La designación de Johnson como embajador en México no es casual. Llega en un momento decisivo, cuando la nueva administración Trump busca reforzar su política de seguridad fronteriza y aplicar un enfoque más estricto frente a la inmigración irregular.
Con un perfil centrado en inteligencia y operaciones estratégicas, Johnson podría imprimir una nueva dinámica en la relación bilateral, priorizando temas como la cooperación en seguridad, la lucha contra el narcotráfico y el control fronterizo. Aunque aún no se han detallado los próximos pasos de su gestión, analistas esperan una interlocución más firme desde la sede diplomática estadounidense.
Además, su experiencia en América Latina podría ser clave para manejar con mayor soltura la relación con el gobierno mexicano en un momento en que ambos países enfrentan desafíos comunes, como el tráfico de armas, los flujos migratorios y la presión de las campañas electorales en ambos lados de la frontera.
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