Cambios no autorizados de proveedor eléctrico afectan a consumidores en EE.UU., generando facturas más altas y confusión entre los usuarios.
Un creciente número de residentes en Estados Unidos está siendo víctima del llamado “slamming”, una táctica ilegal mediante la cual se cambia el proveedor de electricidad de un hogar sin la autorización del titular. Este fenómeno no solo está generando facturas más elevadas, sino también reclamos legales y denuncias por fraude, particularmente en estados como Texas.
Silvia Zúñiga, residente del suroeste de Houston, es una de las afectadas. Según relató a Telemundo, su cuenta fue transferida a otra compañía sin su conocimiento, lo que provocó su exclusión del contrato eléctrico, a pesar de que sigue viviendo en el domicilio. “Mi esposo notificó erróneamente que yo ya no residía en la casa, y con eso me quitaron del contrato, siendo yo la propietaria”, denunció. A pesar de presentar un informe policial, las autoridades no han logrado revertir la situación.
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¿Cómo funciona el “slamming” y por qué va en aumento?
El “slamming” ocurre cuando un proveedor cambia a un cliente sin su consentimiento, muchas veces mediante tácticas engañosas o el uso indebido de información personal. Según el abogado penalista Xavier Chávez, “los vendedores reciben comisiones por cada nuevo contrato, y las empresas se benefician económicamente, pero es el consumidor quien paga las consecuencias”.
Esta modalidad suele pasar desapercibida hasta que los usuarios notan aumentos repentinos en sus facturas o cambios en las condiciones de servicio. En muchos casos, los consumidores ni siquiera reciben una notificación del cambio. Por ello, expertos recomiendan revisar periódicamente los estados de cuenta y contactar directamente con las compañías proveedoras ante cualquier irregularidad.
El aumento de estos casos ha generado llamados a fortalecer los mecanismos de verificación y protección al consumidor. Mientras tanto, organizaciones de defensa del usuario y expertos legales instan a denunciar cualquier sospecha de slamming ante las autoridades estatales de servicios públicos.