Cruzar la frontera ya no será igual. Esto es lo que los inmigrantes se encontrarán al llegar a Texas de acuerdo con las nuevas medidas implementadas.
Cruzar la frontera hacia Estados Unidos siempre ha sido un reto cargado de incertidumbre, pero recientemente el panorama cambió de forma significativa. Las decisiones políticas y los movimientos estratégicos en zonas clave han transformado el trayecto de muchos inmigrantes en una experiencia más compleja, marcada por nuevas reglas y actores en el terreno.
Para quienes emprenden el cruce con la esperanza de encontrar un futuro mejor, lo que sucede del otro lado puede ser muy distinto a lo esperado. Cambios en la forma de operar de las autoridades estadounidenses, nuevas zonas con restricciones especiales y una vigilancia reforzada hacen que el camino no solo sea desafiante, sino también impredecible para cualquiera.
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Inmigrantes que quieran cruzar la frontera se toparán con esto
La frontera entre Texas y México vuelve a estar en el centro de la atención. Una nueva estrategia impulsada por la administración de Donald Trump, en conjunto con el gobernador Greg Abbott, ha comenzado a redefinir cómo se gestiona el paso de inmigrantes. Lo que antes era solo terreno fronterizo, ahora también puede ser considerado zona de defensa nacional, un cambio que trae implicancias importantes para quienes intentan cruzar en busca de una nueva vida en Estados Unidos.
En esta nueva etapa, soldados del Ejército ya han intervenido en operativos migratorios. De hecho, un grupo de inmigrantes fue detenido tras ingresar a una de estas áreas. La acción se llevó a cabo cerca de Santa Teresa, y aunque parezca parte de una rutina de vigilancia, representa un giro relevante: por tratarse de un terreno designado como zona de defensa nacional, los militares tienen permitido realizar detenciones, algo que en condiciones normales no está dentro de sus funciones.
El teniente coronel Chad Campbell, citado por CNN, explicó que los soldados observaron a tres personas cruzando la barrera fronteriza hacia territorio estadounidense. En respuesta, un equipo del Departamento de Defensa actuó de inmediato, interceptándolos y pidiéndoles que se detuvieran hasta que llegara la Patrulla Fronteriza (CBP). Este procedimiento, que duró menos de tres minutos, se consideró una detención temporal y legal dentro del marco de la zona militarizada.
Hoy, esos tres inmigrantes forman parte del grupo de 1 400 personas que han sido puestas bajo custodia por CBP en estas áreas especiales. Aunque los soldados no pueden actuar como policía en el resto del país, en las zonas designadas como defensa nacional tienen un papel más activo. Esta medida podría expandirse si se crean más zonas como esta a lo largo de la frontera, lo que plantea nuevos desafíos para quienes migran y para las organizaciones que defienden sus derechos.
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