Revisa en qué situaciones puedes frenar una deportación en EE.UU. y qué recursos legales existen para detener tu expulsión del país, según expertos y leyes migratorias.
Tener una orden de deportación en contra puede sentirse como si todo se viniera abajo, pero no siempre significa que tu sueño americano ha terminado. En realidad, existen caminos legales que podrían ayudarte a quedarte en Estados Unidos, dependiendo de tu situación. Lo importante, por ende, es no perder la calma y actuar con cabeza.
Existen varias formas de frenar una expulsión, como apelar la decisión del juez, solicitar un perdón migratorio, pedir asilo o aplicar a una cancelación de deportación. Cada opción depende de tu historia, de tu estatus actual y de ciertos requisitos legales. Dicho esto, aquí te explicamos en qué casos puedes tener una segunda oportunidad para quedarte.
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Casos en los que es posible frenar tu deportación de EE.UU.
A continuación, se mencionamos algunos de los casos en los que es posible frenar una deportación de Estados Unidos:
- Apelar la decisión del juez: Si un juez ordena tu deportación, no todo está perdido. Tienes derecho a apelar esa decisión ante la Junta de Apelaciones de Inmigración (BIA). Al presentar la apelación, tu expulsión queda en pausa hasta que se resuelva tu caso, lo que te da una nueva oportunidad para luchar por quedarte en el país.
- Pedir la cancelación de la deportación: Esta opción puede detener tu expulsión e incluso darte la residencia permanente. Si ya tienes 'Green Card', debes haber vivido al menos cinco años como residente y tener siete años continuos en Estados Unidos. Si no eres residente, puedes aplicar si llevas diez años en el país, tienes buen carácter moral y pruebas que tu salida afectaría gravemente a un familiar que sea ciudadano o residente.
- Solicitar asilo o protección contra tortura: Si regresar a tu país pondría en riesgo tu vida por razones como tu religión, opiniones políticas o pertenencia a un grupo social, puedes pedir asilo dentro del primer año de haber llegado. También puedes optar por la protección contra la tortura si temes sufrir abusos extremos al volver.
- Ajustar tu estatus migratorio: En algunos casos, aunque estés en proceso de deportación, puedes pedir una 'Green Card' si cumples ciertos requisitos. Esto suele ser posible si tienes una petición aprobada de un familiar ciudadano estadounidense o un empleador, y calificas para cambiar tu estatus a residente.
- Pedir acción diferida o ayuda humanitaria: Existen formas de frenar tu deportación por razones humanitarias. Un ejemplo es DACA, para quienes llegaron de niños. También hay programas como el TPS (Estatus de Protección Temporal) si vienes de un país afectado por guerra o desastre natural. Estas medidas no son permanentes, pero sí pueden darte tiempo y protección.
- Solicitar un perdón migratorio (waiver): Si la causa de tu deportación tiene que ver con antecedentes penales o errores migratorios, podrías pedir un perdón con los formularios I-601 o I-212. Si te lo aprueban, puedes evitar la expulsión y en algunos casos arreglar tu estatus migratorio.
- Reabrir o revisar tu caso: ¿Hay nuevas pruebas o crees que hubo un error en tu proceso? Puedes pedir que tu caso se reabra o se reconsidere. Mientras se estudia esa solicitud, la deportación queda en pausa, dándote otra chance de presentar tu historia de forma más clara y justa.
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