La residencia permanente es el primer paso para obtener la ciudadanía americana, si se cumplen con ciertos requisitos que el gobierno federal detalla.
La residencia permanente es un estatus migratorio que permite a un extranjero vivir y trabajar en Estados Unidos. La Green Card se tramita en el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis, por sus silgas en inglés) y tiene vigencia de diez años.
Una de las formas de conseguir el documento es mediante el matrimonio con un ciudadano americano. No obstante, muchas veces se afirman cosas que no son ciertas y perjudican o a los inmigrantes a la hora de tramitar su Green Card. Por esa razón, es importante conocer los cuatro mitos sobre la residencia que son falsos.
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Cuatro mitos sobre la Green Card que no son verdad
“No puedes eliminar tu residencia condicional si ya no estás casado”
Se suele pensar así, ya que la inmigración es tan estricta con los patrocinios y el mantenimiento de la relación legal para ser elegible. Sin embargo, hay excepciones a esta regla general que se pueden usar en el proceso de residencia para ayudar a las personas a eliminar sus condiciones para obtener la Green Card de 10 años.
“Los beneficiarios deben esperar cinco años antes de obtener la ciudadanía”
Si bien esto es cierto para los titulares de residencia en general, hay una excepción especial para aquellos casados con ciudadanos estadounidenses. A este grupo de personas se le permite solicitar la naturalización inmediatamente después de su tercer aniversario de obtener su residencia.
“Los solicitantes deben esperar dos años para tramitar la Green Card”
Esto tampoco es cierto. Si un inmigrante puede demostrar que está en una relación legal puede solicitar una Green Card inmediatamente después del matrimonio. Se requiere que el patrocinador y el beneficiario puedan proporcionar evidencia que convenza al gobierno de que la relación es "de buena fe".
“Una persona indocumentada no puede casarse legalmente en Estados Unidos”
La afirmación es falsa, cualquier persona puede casarse o divorciarse en los Estados Unidos independientemente de su estatus migratorio, ya que las leyes que controlan el derecho de familia están controladas por el estado, no por el gobierno federal.
Créditos: YouTube | @Inmigracionsinfronteras
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