Mientras los partidarios sostienen que la Enmienda 2 de Florida para personas que cazan y pescan protegerá las actividades recreativas y devolverá poder a los ciudadanos, los críticos advierten sobre posibles impactos negativos en la vida silvestre y la gestión ambiental.
Esta temporada electoral, los votantes de Florida tienen la oportunidad de consolidar el derecho a cazar y pescar en la Constitución del estado votando a favor de la Enmienda 2. Propuesta por los legisladores estatales, esta enmienda busca establecer como derecho constitucional la caza y la pesca, con el objetivo de proteger la industria de la recreación al aire libre y devolver el poder de gestión a los ciudadanos de Florida.
"Hay mucha gente, tanto demócratas como republicanos, que disfruta de estos pasatiempos", afirmó el representante estatal Alex Rizo, copatrocinador del proyecto.
Posturas divididas
La enmienda pretende "preservar para siempre la pesca y la caza, incluso mediante el uso de métodos tradicionales, como un derecho público y un medio preferido para gestionar y controlar responsablemente los peces y la vida silvestre".
Según Rizo, la medida busca un equilibrio entre la conservación del medio ambiente y la reducción de las regulaciones gubernamentales que considera excesivas. "Creo que ese equilibrio a veces está sesgado por la mano dura del gobierno y hay ciertas restricciones que pueden ir demasiado lejos", comentó.
Sin embargo, la propuesta ha generado controversia. La Sección de los Derechos de los Animales del Colegio de Abogados de Florida y otros críticos argumentan que este artículo podría poner en peligro la vida silvestre y los ecosistemas del estado. Ralph DeMeo, abogado especializado en Derecho de los Animales, calificó la enmienda de "peligrosa" e "innecesaria", señalando que la caza y la pesca ya cuentan con protección legal en Florida.
DeMeo expresó su preocupación por la posible priorización de métodos letales para la gestión de la fauna salvaje, lo que podría desplazar las opciones no letales.
Gestión de vida salvaje
Un punto de discordia es la frase de la enmienda que establece la caza y la pesca como el método "preferido" para la gestión de la vida salvaje. Los opositores temen que esta preferencia podría aumentar la presión sobre las especies en riesgo, como el oso negro de Florida, cuya población se ha gestionado anteriormente mediante cacerías controvertidas. DeMeo recordó la caza de osos de 2015, describiéndola como una "debacle completa" y destacando los riesgos de implementar medidas similares bajo la nueva enmienda.
A medida que las comunidades de Florida continúan urbanizándose, los críticos sostienen que se necesitarán enfoques más integrales y sostenibles para la gestión de la vida silvestre. Los defensores de la enmienda, en cambio, creen que fortalecer el derecho a cazar y pescar puede fomentar una mayor participación pública en la conservación. Con el debate en pleno apogeo, la decisión final recaerá en los votantes, quienes deberán sopesar los beneficios y riesgos antes de emitir su voto.
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