La visa dorada se ha convertido en una de las opciones más atractivas para extranjeros que desean establecerse en Estados Unidos sin necesidad de empleo previo.
Estados Unidos ofrece diversas alternativas para la residencia legal, pero pocas brindan tanta flexibilidad como la visa dorada o EB-5. Este programa, diseñado para atraer capital extranjero, permite a inversionistas y sus familias obtener la Green Card sin necesidad de un patrocinador laboral o vínculos familiares en el país.
A diferencia de otros procesos migratorios, esta visa se basa exclusivamente en la inversión económica en proyectos estadounidenses. El objetivo principal es fomentar el crecimiento empresarial y la generación de empleo, permitiendo a los solicitantes residir legalmente en EE.UU. y, eventualmente, aplicar a la ciudadanía.
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El único requisito para acceder a la visa dorada
Para obtener esta visa, el solicitante debe realizar una inversión mínima de U$D 1 800 000 en un negocio dentro de EE.UU. Sin embargo, existe una alternativa más accesible: si la inversión se destina a una zona designada como de desarrollo prioritario por el gobierno, el monto se reduce a U$D 900 000.
Estas inversiones deben generar al menos 10 empleos de tiempo completo para trabajadores estadounidenses, un requisito clave para la aprobación de la solicitud. El proceso está supervisado por el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (Uscis), que verifica el cumplimiento de los criterios económicos y legales antes de otorgar la residencia.
Beneficios exclusivos de la EB-5
La visa dorada no solo permite la residencia permanente en EE.UU., sino que también otorga ventajas adicionales a los inversionistas y sus familias. Los beneficiarios pueden:
- Vivir, trabajar y estudiar en cualquier estado de EE.UU. sin restricciones.
- Incluir en su solicitud a su pareja e hijos solteros menores de 21 años.
- Aplicar a la ciudadanía estadounidense tras cumplir con los requisitos de permanencia.
Además, esta visa no impone requisitos estrictos sobre la gestión diaria del negocio, lo que significa que el inversionista no está obligado a residir en una ubicación específica ni a administrar activamente la empresa en la que invirtió.
Tiempo de espera y proceso de aprobación
El proceso para obtener la visa dorada puede tardar varios meses o incluso años, dependiendo de la demanda y la revisión de cada caso. Los solicitantes deben presentar documentación detallada sobre el origen de los fondos, el impacto de la inversión y el cumplimiento de los requisitos laborales.
A pesar del tiempo de espera, este programa sigue siendo una de las opciones más atractivas para quienes buscan establecerse en EE.UU. con estabilidad y seguridad jurídica. Para quienes cuentan con el capital necesario, la visa dorada representa más que una residencia: es una puerta de entrada a nuevas oportunidades en uno de los países más dinámicos del mundo.
Créditos vídeo: YouTube | @debatenoticias.
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